Carlos Guerrero adquiría el equipo de empresas en Italia e Israel y se las vendía a políticos mexicanos principalmente.
Un empresario mexicano se declaró culpable de haber conspirado comprar y vender equipo tecnológico para “hackear”; tenía clientes en ambos lados de la frontera, entre ellos un alcalde mexicano.
Así lo informó este martes 15 de febrero el Departamento de Justicia Sur de California, con sede en San Diego, en donde Carlos Guerrero, de 48 años, aceptó los cargos que le imputaron las autoridades estadounidenses.
Se detalló en la audiencia que Carlos Guerrero, con residencia en Tijuana y Chula Vista, California, operaba un consorcio de empresas en ambas ciudades, además de hacer negocios con empresas para conseguir equipo de vigilancia e intercepción.
Los aparatos para hackear, principalmente se los vendía a funcionarios públicos de México, aunque también contaba con clientes particulares.
Entre los años 2014 y 2015 trabajó con una empresa italiana, la cual vendía equipos para hackear, así como para rastrear con geolocalizadores, después se relacionó con otra compañía israelí, así como con otras negociaciones.
Como un ejemplo, se explicó que durante el 2016 y 2017, Carlos Guerrero ofrecía a sus clientes, interruptores de señales, herramientas para interferir señales de Wi-Fi, hackear mensajes enviados por medio de la aplicación Whatsapp.
El acusado admitió conocer que en ocasiones sus clientes mexicanos, quienes eran funcionarios de Gobierno, utilizaban los equipos con fines políticos, en vez de aplicarlos como equipo para reforzar la seguridad.
En uno de los casos, Carlos Guerrero admitió que arregló para que un alcalde mexicano, del cual no se dio a conocer su identidad, accediera sin autorización a las cuentas de Twitter, Hotmail y iCloud, de un rival político.
El hombre admitió que el equipo que obtuvo sería utilizado para comercializarlo y de manera personal, Incluso él hizo uso del mismo para interceptar las llamas telefónicas de su competencia.
Después contrató a un empresa mexicana para que continuara escuchando las llamadas telefónica e interceptara los correos electrónicos, por la suma de aproximadamente de 25 mil dólares.
“Con la declaración de culpabilidad de hoy, ayuda a la larga proliferación de equipos digitales utilizados para la represión y para la seguridad digital tanto para ciudadanos de Estados Unidos y México.
Esta oficina está comprometida en interrumpir maliciosas actividades cibernéticas y mitigar la vigilancia ilegal”, dijo Randy Grossman, fiscal de los Estados Unidos.
“Con esta declaración de culpabilidad, estamos mandando un mensaje claro que compañías e individuos, que ilegalmente violen los derechos de privacidad, no serán tolerados y enfrentarán los cargos.
En el mundo que vivimos, cada vez más está interconectado por medio de la tecnología, que estaba enfocada en mejorar nuestras vidas, pero como se vio en este caso, esta misma tecnología puede ser adquirida por malos actores con intenciones lastimosas.
El departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI por sus siglas en ingles) y nuestros aliados de las demás corporaciones continuarán comprometidos en llevar a la justicia aquellos que intenten manipular esas plataformas para propósitos nefastos”, afirmó Chad Plantz, agente especial del departamento de HSI.
Es caso fue investigado por el Departamento de HSI, con asistencia de la Unidad de Cibernética del Departamento de Justicia, y Carlos Guerrero podría recibir una sentencia de 5 años de prisión, así como una multa de 250 mil dólares.