La decisión de Citigroup de vender Banamex -el tercer banco más grande de México- no debería ser sorpresiva, considerando que la institución financiera estadounidense lleva años delineando su estrategia corporativa; sin embargo, el anuncio se dio en un momento en que el país atraviesa por una situación difícil en términos económicos y de confrontación política, por lo que ha generado especulación, señaló el economista Enrique Rovirosa Miramontes.
El mismo 11 de enero de 2022, el Banco de México (Banxico) publicó un reporte sobre la salida de capitales extranjeros del mercado de deuda, que indica que en 2021 salieron de México 257 mil 601 millones de pesos, la mayor cantidad desde 1991. A la salida de capitales extranjeros del año pasado, se suma a la reportada en 2020, de 257 mil 238 millones de pesos.
Esta semana, instituciones multinacionales bajaron su pronóstico para la economía mexicana en 2022 y 2023. El Banco Mundial previó un crecimiento de 3% del Producto Interno Bruto (PIB) para este año y de 2.2% para 2023. Mientras Bank of America Securities proyectó un crecimiento de 1.5% este año, cuando había previsto que fuera de 2.5%.
“Ya es un hecho que este gobierno va a terminar con una tasa de crecimiento promedio más baja que sus antecesores, pero lo más grave es que lo que sigue, no va a ser muy diferente, porque de todos los aspirantes presidenciales, la verdad es que no se hace uno. Eso indica que nuestras expectativas económicas de México, de bienestar general, no son del todo favorables. Cuando vemos eso, puedes especular que a lo mejor la decisión de Citi también está tomando en consideración esas expectativas a futuro del país”, observó Rovirosa Miramontes.
Independientemente de la decisión de Citi, dijo, debe preocupar a los mexicanos el futuro del país, ya que ninguno de los suspirantes a la candidatura presidencial en 2024 o los partidos políticos brindan una oferta que dé esperanzas de solución, por lo que en opinión del ex presidente del Colegio de Economistas de Mexicali, se requiere de una reforma política, fiscal y a las pensiones.
Ante la especulación generada por el anuncio de la venta de Banamex, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público emitió un comunicado en el que señaló que la “decisión de Citigroup no afecta la confianza en México” y que la institución avisó oportunamente de su salida a las autoridades mexicanas, pero por razones de confidencialidad y para evitar especulación, la dependencia dirigida por Rogelio Ramírez de la O no lo hizo público.
“La presidenta del grupo, Jane Fraser, vino personalmente a México a explicar esta decisión, y enfatizó que Citigroup mantendrá en nuestro país sus actividades de banca corporativa mayorista, lo que implicará nuevas inversiones”, destacó Hacienda.
No obstante, se sabe que la banca minorista que estará vendiéndose representa el 70% del negocio de Citi en nuestro país.
VENTA NO AFECTARÁ A CLIENTES
Citigroup pondrá a la venta al mejor postor la marca y licencia de Banamex, su negocio de banca de consumo (tarjetas de crédito, débito, hipotecas, seguros, y la Afore), la banca empresarial, su patrimonio cultural, así como su infraestructura (mil 278 sucursales y 9 mil cajeros automáticos).
“No se va a vender en partes, se venderá todo junto”, afirmó Alberto Gómez, director corporativo de Desarrollo Institucional, Estudios Económicos y Comunicación de Grupo Financiero Citibanamex, quien descarta que la operación vaya a afectar a sus clientes o a los más de 31 mil 400 empleados.
Gómez negó que la decisión se deba a la situación económica del país “no tiene nada qué ver con un tema de las perspectivas económicas de México”, y reiteró que Citigroup se concentrará en el negocio de clientes institucionales, “donde no ha perdido mercado”.
Para ello, solicitará a la autoridad mexicana una licencia para operar el negocio mayorista.
El empresario Ricardo Salinas Pliego expresó vía Twitter que había pedido a su equipo analizar la conveniencia de adquirir Banamex y “redoblar” su apuesta en México, algo que algunos especialistas ven poco probable, debido a una investigación que el magnate mexicano tiene en Estados Unidos.
Luego de darse a conocer a otros posibles interesados en adquirir el banco fundado en 1884, como Itaú Unibanco, Santander, Scotiabank, Banorte e Inbursa por un monto que oscila entre 12 mil 500 y 15 mil 500 millones de dólares, Rovirosa Miramontes consideró que los grupos financieros extranjeros tendrían una mayor capacidad para hacer una oferta por Banamex que los nacionales.
Sin embargo, habrá que esperar la postura de las autoridades mexicanas, ya que podrían limitar y oponerse a una operación que implique una mayor concentración de mercado para una institución. Las encargadas de autorizar la operación serán la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y Banxico; así como las comisiones Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Federal de Competencia Económica (Cofece) y Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
En cuanto a la declaración del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, respecto a que a la Federación no le interesa adquirir Banamex, el economista Enrique Rovirosa Miramontes señaló que más que no interesarle, el Gobierno Federal no tiene capacidad. “Mientras no se haga una reforma al sistema de pensiones y una reforma fiscal, me parece imposible y ridículo que pudiera participar en el sistema financiero”, refirió.
El funcionario federal aclaró que, a diferencia de cuando Citi adquirió Banamex en 2001, en que no pagó impuestos, se han cerrado los espacios en las leyes fiscales, por lo que ahora sí tendría que cubrir la parte que corresponde de la operación de compraventa cuando esta se lleve a cabo.
