El dólar seguirá fortaleciéndose al aumentar la probabilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) incremente sus tasas de interés, como consecuencia de los niveles históricos en que se encuentra la inflación, consideró Roberto Fuentes Contreras, académico de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC).
Ello, luego de que Jerome Powell, presidente de la FED, admitió que “transitoria” ya no es el término que describe la inflación, que en octubre se ubicó en 5% a tasa anual, siendo la más alta en tres décadas en el vecino país, y señalara que han aumentado los riesgos de una inflación persistente.
En entrevista con NEGOCIOZ, Fuentes Contreras consideró que, de elevarse las tasas de interés en Estados Unidos, el tipo de cambio dólar-peso podría mantenerse “relativamente estable”, pero esto dependerá de la reacción del Banco de México (Banxico). La prontitud con que tome una decisión hacia el alza de su propia tasa de interés determinará si el peso se deprecia o no.
Explicó que lo que ha favorecido para que México tenga un tipo de cambio “relativamente estable” ha sido la política monetaria “súper laxa” en Estados Unidos, donde las tasas de interés se mantienen incluso negativas cuando se descuenta la inflación. Esto ha hecho “atractivo” al peso para que las personas inviertan en bonos mexicanos, pero si la FED aumenta las tasas de interés, será más atractivo invertir en dólares.
En la jornada cambiaria del 1 de diciembre de 2021, el peso mexicano ganó 9.22 centavos, equivalentes al 0.43%, para ubicarse en 21.37 unidades por dólar. Mientras que, en casas de cambio de Tijuana, el billete verde se llegó a comercializar hasta en un máximo de 20.50 pesos.
Datos del Banxico indican que en los tres años de gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, el dólar Fix pasó de 19.5352 a 21.2710 pesos; una depreciación de 1.7358 pesos, equivalentes a casi 9%.
“Normalmente a los mexicanos y a los gobernantes, de todos los sabores y colores, les gusta tomar crédito por un tipo de cambio estable o culparlos por una depreciación de tipo de cambio como consecuencia de esas políticas públicas. La realidad es que si alguien es responsable de las variaciones del tipo de cambio, son los mercados globales”, opinó el especialista.
No obstante, consideró que un agente que ha contribuido a la estabilidad del tipo de cambio en México es el banco central, cuyos integrantes gozan de credibilidad y reconocimiento internacional.
Advierten menor crecimiento en México
Fuentes Contreras alertó que elevar la tasa de interés en Estados Unidos propiciaría que nuestro país tenga un menor crecimiento económico al esperado en este año y en 2022. Esto sucedería por dos razones: la primera, debido a que el incremento de las tasas de interés en EU afectará negativamente el crecimiento económico de ese país, lo que a su vez repercutirá en la actividad económica de México.
La segunda afectación para nuestro país radica en que el aumento en las tasas de interés en Estados Unidos probablemente orillaría al Banxico a elevar más su tasa de referencia para que el peso no se depreciara, y con ello, habría menos estímulos para el consumo y menos crecimiento económico.
“Un menor crecimiento desacelerará la recuperación económica del país”, dijo el especialista. Cabe recordar que el Producto Interno Bruto (PIB) de México bajó 0.1% en 2019 y cayó 8.2% en 2020, entonces, regresar a los niveles que se tenían en 2018 llevará más tiempo.
Esta semana, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ajustó a la baja su pronóstico económico para la economía mexicana. Anticipó que el PIB tendrá un crecimiento de 5.9% en 2021, dato menor al 6.3% que había proyectado en su pronóstico anterior.
Para el próximo año, la OCDE estima un crecimiento de 3.3%; cifra 0.1% menor a la prevista en su reporte anterior.
Mientras que especialistas económicos del sector privado consultados por el Banxico también ajustaron a la baja su expectativa económica, de 6.0 a 5.75% para 2021; y de 2.90 a 2.79% para 2022. Además, previeron una mayor inflación para México para el cierre de año, la cual se ubicará en 7.2% en términos anuales.
Fuentes Contreras consideró que el surgimiento de la nueva variante del virus SARS CoV-2 (COVID-19) denominada Ómicron está incrementando la incertidumbre para la economía global y mexicana, pues podrían tardar más tiempo en restablecerse las cadenas de producción y logística afectadas por la pandemia.
Existe la posibilidad de nuevas restricciones a la movilidad y seguir incrementándose la inflación en el mundo, puesto que los precios de los energéticos también han tenido un comportamiento volátil, por temas de demanda y de geopolítica.
