El que parece que no ha entendido dónde se encuentra parado, es el director de la Policía Municipal de Mexicali, Joel Hidalgo Dueñes, quien actúa con dispersión y atendiendo todo, menos lo que le corresponde. Durante la presentación de su gabinete, la alcaldesa Norma Bustamante Martínez, comentó que todos los funcionarios públicos tendrán una evaluación en 100 días, con la intención de determinar los avances que se tienen y el cumplimiento de los objetivos para los que fueron contratados. Lastimosamente -se dice dentro de la administración municipal-, Dueñes ni siquiera podría llegar a la primera evaluación. Y es que el jefe policíaco ha cerrado las puertas a todos los sectores, desde líderes de comunidades hasta empresariales, a los cuales no ha brindado un acercamiento o un apoyo más allá del saludo. La realidad es que Bustamante Martínez no conocía a Hidalgo hasta el día que presentó el gabinete, puesto que su primera opción para el cargo fue el ex subprocurador contra la Delincuencia Organizada, Abel Galván Gallardo, pero este prefirió mantener su trabajo en la Fiscalía General de la República en Ciudad de México y recomendó a su amigo cercano, Joel Hidalgo Dueñes, con quien laboró varios años en la Procuraduría General de Justicia de Baja California, en la época de Rommel Moreno Manjarrez durante el sexenio de José Guadalupe Osuna Millán. Al final, Hidalgo fue impuesto, pero no ha podido sostener lazos ni alianzas con los sectores empresariales, líderes de colonia, abogados o alguno que represente un apoyo para su gestión. El mando policiaco está aislado y desde las oficinas de Mexicali, algunas voces están pidiendo no trabajar con él, lo que eventualmente podría convertirse en una exigencia de renuncia. No le echa ganas, pues.