El narcotraficante Dámaso López Núñez “El Licenciado”, que testificó en el juicio contra “El Chapo” Guzmán, ya no se encuentra preso en ninguna cárcel de Estados Unidos. Autoridades norteamericanas no dan explicaciones de su situación jurídica o paradero. Aunque estaba condenado a cadena perpetua, se presume que recibió algún beneficio por colaborar contra el Cártel de Sinaloa. Otros capos de las drogas han sido beneficiados de similar manera sin que se transparente el procedimiento. Algunos narcos mexicanos que temen a la extradición son tratados con clemencia por la justicia estadounidense
Desde beneficios que reducen condenas y otorgamiento de libertades que no se publicitan, hasta presunto cambio de identidad, son algunas de las prebendas que obtienen algunos narcotraficantes mexicanos que cooperan efectivamente con las autoridades de Estados Unidos de América al delatar a importantes miembros de las organizaciones criminales o entregar parte de sus fortunas ilícitas. De esta forma, algunos capos han salido de cárceles norteamericanas sin que se conozca sobre su egreso y paradero actual.
Así como se conoció en diciembre de 2020 de la desaparición de Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo” -hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada”- de los registros carcelarios de la Unión Americana, así desapareció del padrón del Buró Federal Penitenciario (BOP) el narcotraficante Dámaso López Núñez “El Licenciado”, quien presuntamente recuperaría su libertad de prisión hasta el 8 de noviembre de 2032, como lo establecía dicho buscador apenas en febrero del año en curso.
Dámaso López, ex jefe de custodios del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, de donde ayudó a escapar a su compadre Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en enero de 2001, contaba con una sentencia a cadena perpetua dictada el 30 de noviembre de 2018 tras declararse culpable por el delito de tráfico de cocaína. La fiscalía y su defensa llegaron a un pacto. Pese a la pena impuesta, el buscador del BOP señalaba que el recluso saldría dentro de 12 años.
Una búsqueda de información de Univisión Noticias visibilizó la ausencia del nombre de López Núñez del sistema carcelario estadounidense, cuando a principios de año se conocía su ubicación en la Penitenciaría USP Canaán, un campo de reclusión de seguridad mínima ubicado en el Condado de Wayne, al Noreste de Pensilvania, bajo el número de registro 92429-083.
Randilee Giamusso, vocero del BOP, confirmó a la televisora que Dámaso ya no estaba en prisión, sin que se conozca su situación legal actual, a dónde fue trasladado o si fue liberado.
El abogado Manuel J. Rentería, defensor de “El Licenciado”, fue contactado por el medio de comunicación, según destaca una nota firmada por el reportero Isaías Alvarado; sin embargo, el litigante aseguró que no acostumbra hacer comentarios sobre sus clientes. Documentos judiciales consultados por la cadena de noticias refieren que el ex miembro del cártel sinaloense estuvo bajo custodia del Cuerpo de Alguaciles de los Estados Unidos (US Marshals) en una “instalación local” del 7 de febrero al 6 de marzo de 2020.
Hasta el momento se desconoce la ubicación o paradero del hombre de 55 años de edad, quien fuera comandante de la Policía Judicial del Estado y agente del Ministerio Público en el Estado de Sinaloa en la década de los noventa. Ni el Cuerpo de Alguaciles, ni el Departamento de Justicia del país del Norte, emitieron declaraciones sobre el asunto hasta el cierre de la presente edición.
A pesar del temor que infunde a narcotraficantes mexicanos ser extraditados a Estados Unidos, por experiencias anteriores se advierte que, en algunos casos, han conseguido sentencias benévolas durante sus juicios o la reducción de dichas condenas durante su cumplimiento, al ser considerados buenos colaboradores con la justicia norteamericana e incluso “reo modelo”, como fue calificado en su momento el propio Dámaso, por ser uno de los principales testigos que depuso contra “El Chapo” Guzmán, quien en julio de 2019 fue condenado a cadena perpetua.
NARCO COOPERADOR
Luego de la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán, tras su fuga del penal federal Altiplano en julio de 2015, en un afán de expansión, Dámaso López enfrentó a los hijos de su compadre, Archivaldo y Alfredo Guzmán “Los Chapitos”, conflicto en el que asesinaron al periodista del semanario Ríodoce, Javier Valdez Cárdenas, el 15 de mayo de 2017, que a la fecha no se ha aclarado debidamente, imputándose la responsabilidad del crimen a Dámaso López Serrano “El Mini Lic”, hijo de “El Licenciado”.
Dámaso padre había sido capturado dos semanas antes del homicidio, el 2 de mayo, en un departamento de la Ciudad de México. También fueron detenidos otros de sus operadores. Presuntamente “El Licenciado” buscaba una alianza entre el Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación, señalaron las autoridades en ese momento. Estados Unidos levantó la mano para que fuese extraditado, pues le acusaban de controlar desde 2007 una red de narcotráfico que operaba en Perú, Panamá, México y la Unión Americana. Trascendió que buscaban decomisar 280 millones de dólares al capo.
López Núñez fue traslado al extinto Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) Número 9 en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde permaneció hasta su extradición el 5 de julio de 2018, a disposición de la Corte Federal del Distrito Este de Virginia, para iniciar su proceso penal. Mientras en México se siguió la línea de investigación del asesinato de Javier Valdez en contra de los Dámaso, en el vecino país se enlistó al narcotraficante entre los testigos del juicio contra “El Chapo” Guzmán compareciendo ante la Corte en Nueva York en enero de 2019, donde declaró contra su ex jefe.
Entre otras cosas, “El Licenciado” dijo que su compadre efectivamente se había fugado del penal de Puente Grande en 2001 dentro de un carrito de lavandería, le acusó de haber perpetrado al menos seis homicidios, e implicó a Emma Coronel y tres de los hijos de Joaquín Guzmán Loera como los que coordinaron la fuga de 2015 del penal del Altiplano a través de un túnel. Declaró que Coronel se reunió con él en cuatro ocasiones para detallarle el plan de escape y, para facilitar la escapatoria, consiguieron un reloj con una aplicación de GPS que les transmitió las coordenadas exactas de la celda donde se encontraba “El Chapo”.
Sobre el asesinato del periodista Valdez Cárdenas, Dámaso responsabilizó del hecho a los hijos de Joaquín Archivaldo, porque supuestamente el editor insistió en publicar una entrevista con el propio López Núñez, sin hacer caso de las amenazas que ya había recibido de parte de “Los Chapitos”. Un mes después, en Culiacán, fue asesinado su hermano Alejandro Dámaso López. Dos sujetos armados le dispararon en varias ocasiones. En tanto, su hijo Dámaso López Serrano, tuvo que ser cambiado de una prisión de Nueva York a otra de Oklahoma, tras recibir amenazas por declarar en un juicio contra uno de los miembros del Cártel de Sinaloa.
Al iniciar 2020, mientras un Juez de Control dictó orden de captura en contra de “El Mini Lic” por su probable responsabilidad como autor intelectual del homicidio del comunicador, en Estados Unidos, el Departamento de Justicia solicitó que “El Licenciado” rindiera testimonio durante el juicio de Genaro García Luna, ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública mexicana durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, proponiendo las fiscalías de Washington y Virginia a la Corte del Distrito Este de Virginia, la reclasificación de la condena a cadena perpetua de López Núñez por narcotráfico, que era de al menos 15 años de prisión. Ya no se supo más del tema.
LIBERTAD DE “VICENTILLO”
El caso del incierto paradero de Dámaso López Núñez no es el primero, pues apenas en julio del mismo año trascendió la salida de prisión y desaparición de Jesús Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”, hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada García. En diciembre de 2020 ya se escuchaba una versión extraoficial acerca de la posible y “muy próxima” liberación del capo por parte de las autoridades estadounidenses. Igual que ahora, no se conoció fecha de la excarcelación ni de traslado alguno a otra prisión federal de Estados Unidos.
De acuerdo con información de la Oficina de Prisiones (BOP, por sus siglas en inglés), “Vicentillo” ya no estaba bajo custodia de la Oficina de Prisiones, respondió el BOP a la agencia The Associated Press. Curiosamente Zambada Niebla también testificó en contra del que era su padrino y también compadre Joaquín Guzmán, durante el llamado juicio del siglo -que se celebró entre finales de 2019 y junio de 2020- para ganar beneficios que le ayudaran en su condena.
En diciembre del año próximo pasado, en una mesa de debate con Aristegui Noticias, el periodista Antonio Nieto reveló que Jesús Vicente saldría pronto de prisión en Estados Unidos, con un nuevo nombre, pero la misma cara de la violencia. También aseguró que Zambada Niebla regresaría a México motivando un reacomodo en la geografía del narcotráfico. Todo se tomó como una declaración futurista que podría ser realidad, pero no se calculó el tiempo en que se materializará dicha libertad.
Lo último que se conoció oficialmente en el país norteamericano, fue que a principios de julio de 2020, un Tribunal de Chicago, Illinois negó la libertad al hijo de “El Mayo” Zambada, quien había solicitado salir antes de prisión; sin embargo, no argumentó “razones extraordinarias y convincentes que justifiquen su liberación”. Había expuesto que su “reducción de condena” se tradujera en su liberación inmediata, manifestando que se hallaba en peligro “bajo la amenaza planteada por la pandemia de COVID-19”.
“Vicentillo” fue sentenciado a 15 años de prisión en la Corte Federal del Distrito Norte de Illinois el 30 de mayo de 2019. En esa audiencia, tras ser capturado en marzo de 2009 en Ciudad de México, el joven había cumplido con 10 años de prisión, por lo que se esperaba fuera liberado en 2024. El tribunal que le negó la libertad anticipada a Zambada Niebla, presentó la respuesta instantánea y adjunta de sus archivos médicos, los cuales fueron enviados por la Agencia Federal de Prisiones, en los que se descartaba el riesgo de que el acusado contraiga COVID-19. Las autoridades mexicanas no se pronunciaron al respecto y a la fecha se desconoce cómo y dónde pudiese encontrarse el presunto capo de las drogas del Cártel de Sinaloa.
ENTREGAS PACTADAS
Previa y posteriormente al juicio seguido en contra de “El Chapo” Guzmán, una serie de personajes vinculados con el Cártel de Sinaloa fueron aprehendidos al viajar a EU, en lo que se ha calificado como una “entrega voluntaria” que podría estar precedida del ofrecimiento de beneficios a los imputados, entre quienes se encuentran Edgar Veytia, Lucero Guadalupe Sánchez, Dámaso López Serrano “El Mini Lic” y Emma Coronel Aispuro. Además de que fueron detenidos Genaro García Luna y el General Salvador Cienfuegos, ex secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto y posteriormente liberado para que se le investigara en México.
El primero en caer en la red de la justicia estadounidense fue el ex fiscal de Nayarit, Edgar Veytia Cambero, el 28 de marzo de 2017. Fue acusado de favorecer a diversos cárteles de las drogas mexicanos, entre estos el Cártel de Sinaloa, por lo que fue internado en el Centro Correccional Metropolitano de San Diego, California por cargos de narcotráfico. Posteriormente se le trasladó a una prisión federal para ser puesto a disposición de una Corte de Brooklyn, Nueva York, la misma que fincó el proceso y sentencia a “El Chapo” Guzmán.
La ex legisladora sinaloense Lucero Guadalupe Sánchez, conocida como “La Chapodiputada” -por sus presuntos amoríos con el ex líder del Cártel de Sinaloa- fue detenida tras cruzar la línea de Tijuana a San Diego, California el 21 de junio de 2017, donde pretendía pedir asilo político, pero en ese país era requerida por la justicia bajo cargo de narcotráfico y conspiración. Inicialmente fue internada en el Centro Correccional Metropolitano de San Diego y después trasladada a una prisión distrital en Columbia, Washington.
El 27 de julio de 2017 se informó de la entrega voluntaria de Dámaso López Serrano “El Mini Lic” a elementos de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA). Luego de que cruzó la frontera por Mexicali, el hijo de “El Licenciado” se presentó en las oficinas de la agencia federal en Calexico, y de inmediato fue asegurado. El arresto ocurrió después de que su padre fue apresado en Ciudad de México el 2 de mayo anterior por la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y militares.
Emma Coronel Aispuro, la presunta esposa de “El Chapo” Guzmán, fue capturada el 22 de febrero de 2021 cuando arribaba en un vuelo al Aeropuerto de Dulles, Virginia, en una aparente entrega pactada con las autoridades norteamericanas. La duranguense, de 31 años y con doble nacionalidad -estadounidense y mexicana-, es procesada bajo cargos de conspiración para la distribución de cocaína, metanfetamina, heroína y marihuana para importar a Estados Unidos. El 10 de junio reciente, se declaró culpable ante la Corte Federal del Distrito de Columbia por el tráfico internacional de drogas.
En cambio, Genaro García Luna, ex secretario federal de Seguridad Pública, fue detenido en Dallas, Texas el 10 de diciembre de 2019, a seis días de que la Fiscalía de Nueva York le acusara de estar ligado al Cártel de Sinaloa, al que brindó protección y del cual recibió millones de dólares de “El Chapo” Guzmán entre 2006 y 2012. El ex funcionario enfrenta tres cargos de asociación delictiva por el tráfico de cocaína y de falso testimonio. El inicio de su juicio se ha retrasado en diversas ocasiones.
LOS DEPORTADOS
Otros presuntos capos de las drogas han recuperado su libertad de las prisiones en Estados Unidos tras cumplir cortos y regulares periodos, lo que muestra una efectividad de la justicia norteamericana que en la gran mayoría de los casos emite sentencias condenatorias, pero también esa benevolencia antes descrita. Uno de esos primeros casos fue el de Francisco Rafael Arellano Félix, quien luego de trece años preso en México por una portación de arma, fue extraditado en 2006 por cargos de posesión con intento de distribución y venta de droga. Recuperó su libertad en 2008, y el 18 de octubre de 2013 fue asesinado durante su fiesta de cumpleaños en Los Cabos por un sicario vestido de payaso.
Igual que “Pancho” Arellano, cruzó la línea deportado por autoridades en 2013, el narcotraficante sinaloense Javier Torres Félix, pero no tuvo la misma suerte, pues a él si lo esperaba la entonces Procuraduría General de la República para cumplimentarle orden de aprehensión. “El JT”, ex jefe de escoltas de “El Mayo” Zambada, líder del Cártel de Sinaloa, fue capturado por primera vez a principios de 2004 por elementos del Ejército Mexicano y extraditado a EU en 2006, donde fue condenado por delitos contra la salud y sólo permaneció encarcelado por siete años.
Otra vieja conocida del sistema de justicia penal mexicano, Sandra A., conocida como “La Reina del Pacífico”, presuntamente ligada al Cártel de Sinaloa por tradición familiar, tuvo una corta estancia en la Unión Americana. En México fue detenida en septiembre de 2007 por delitos nunca comprobados y posteriormente entregada en extradición al gobierno de Estados Unidos de América en agosto de 2012. Tras una condena de 70 meses por narcotráfico, la bajacaliforniana fue repatriada el 20 de agosto de 2013. La volvieron a aprehender en México, pero no le probaron imputaciones pendientes.
Jesús Héctor “El Güero” Palma Salazar fue deportado del país del Norte en junio de 2016, luego de ser sentenciado a una pena de 16 años de prisión por narcotráfico, pero sólo estuvo recluido nueve años, ya que las autoridades judiciales le concedieron un beneficio de libertad por buen comportamiento. Palma estuvo preso en México de junio de 1995 hasta agosto de 2007, cuando fue extraditado a Estados Unidos. Después de su deportación fue detenido y se encuentra en espera de sentencia en el penal de Altiplano.
El 6 de septiembre de 2018 salió de una cárcel estadounidense Serafín Zambada Ortiz, hijo menor de “El Mayo” Zambada, tras cumplir una condena de cinco años al declararse culpable de conspirar para traficar 100 kilogramos de cocaína y más de una tonelada de marihuana. “El Sera” o “El Flaco” cumplió con la pena casi en su totalidad, pues fue arrestado en el cruce fronterizo de Nogales, Arizona en noviembre de 2013 y durante el juicio se declaró culpable. Presuntamente delató a miembros del Cártel de Sinaloa en tres investigaciones.
El narcotraficante Miguel Ángel Caro Quintero purgó su sentencia en EU el 20 de julio de 2019 y fue deportado hacia México a través de la garita “El Chaparral” en Tijuana, sin que le fuese impedido el libre tránsito. El hermano de Rafael Caro Quintero, ex líder del Cártel de Guadalajara, tuvo una larga permanencia en la dura prisión de máxima seguridad de ADX Florence en Colorado, donde hoy se encuentra el narcotraficante “El Chapo” Guzmán. Miguel fue extraditado el 25 de febrero de 2009 y condenado a 17 años de prisión, pero se le contabilizaron los años que estuvo preso en México a la espera de su entrega material.
El 21 de mayo de 2020 fue deportado de Chula Vista a Tijuana, Juan José Álvarez Tostado Galván “El Compadre”, ex miembro del Cártel de Juárez, luego de ser excarcelado por estar enfermo. Caso curioso, pues fue detenido en México en 2005, luchó jurídicamente durante más de una década para no ser extraditado a Estados Unidos y, cuando por fin lo entregaron en 2018, fue condenado a 17 años de cárcel y no duró en ella ni dos años. En nuestro país no hubo cargos en su contra y cruzó libre la garita.
Y recientemente, el 18 de agosto, recobró la libertad Eduardo Arellano Félix “El Doctor”, ex líder del Cártel Arellano Félix (CAF), quien compurgó nueve años de una sentencia de 15 años de prisión impuesta por una Corte de Justicia estadounidense y fue beneficiado por su colaboración efectiva al aportar información contra otros capos del narcotráfico en México. Fue deportado hasta el 24 de agosto, tras varios días de incertidumbre, y en el puente internacional entre Texas y Tamaulipas le fue cumplimentada una orden de aprehensión por el delito de delincuencia organizada, siendo trasladado al penal federal de Almoloya de Juárez.