Pese a los elevados niveles de contaminación arrojados por estudios a cargo de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en las playas Hermosa y Conalep en Ensenada, cientos de personas llegan a diario para ingresar al mar.
Ninguna autoridad ha podido detener la movilidad de las familias, en su mayoría provenientes de Tijuana y Mexicali, como se constató en un recorrido hecho por las playas públicas, las cuales tienen decenas de letreros de alerta y banderas rojas.
Adultos y niños se pueden ver dentro del agua, mientras en la zona arenosa, otros visitantes consumen alimentos y bebidas alcohólicas sin el mínimo cuidado e higiene.
La Policía Municipal, Secretaría de Marina y Guardia Nacional mantienen un operativo permanente para controlar la seguridad de la zona, sin embargo, no han podido contener la aglomeración de personas a lo largo del área arenosa.
Consultado por ZETA, el médico pediatra Carlos Galindo comentó que una de las enfermedades más comunes en su consultorio están relacionadas con el contacto de los menores con el agua de mar contaminada, afectando seriamente su piel, aunque los niveles bacterianos se ubiquen en los mínimos permitidos.
Los niveles más recientes detectados fueron de 12 mil a 24 mil unidades de enterococos, cuando los niveles mínimos admitidos son por debajo de las 200 unidades, por eso ambas playas son consideradas las más contaminadas de México en la actualidad.
El viernes 23 de julio, el director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE), Marcelino Márquez Wong, dio a conocer que la dependencia a su cargo es parcialmente responsable de la contaminación que se registra en la playa.
Calculó que el problema estará resuelto en un periodo de entre tres y cuatro meses, una vez que se adquiera la infraestructura necesaria para mejorar la capacidad de planta de tratamiento El Gallo. Tanto esta como la de El Naranjo, donde se trata la mayor cantidad de agua doméstica e industrial, rebasaron su capacidad.
En Ensenada se consumen de 800 a 950 litros por segundo, y por estas fechas, están superados por 200 a 250 litros por segundo.
Jaime Alcocer Tello, subdirector de la CESPE, habló de las condiciones en las que el actual gobierno recibió la infraestructura de las plantas de tratamiento. Con imágenes, mostró las características del equipo de las plantas, para lo cual requieren de entre 4 y 4.5 millones de pesos para su reparación.
“Este es un reflejo de una falta de inversión en acciones preventivas y en mantenimiento durante muchos años, es decir, no es un tema de ahora, sino recurrente”, sostuvo el subdirector de la paraestatal.
El martes 20 de julio, el alcalde Armando Ayala Robles presentó una denuncia formal ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente para que investigue y sancione a quien o quienes resulten responsables de la contaminación de la zona costera.
La CESPE informó que asumirá sólo una parte de la responsabilidad que le corresponde, al haber otros medios contaminantes clandestinos que contribuyen al problema.