El Centro Integrador para el Migrante, del gobierno federal, no se ha habilitado para aceptar desplazados. En Tijuana, los migrantes, centroamericanos y nacionales, son apostados en El Chaparral o enviados a uno de los 50 albergues de la sociedad civil para que los apoyen
Tijuana ya no tiene capacidad para recibir a más migrantes, los albergues están saturados y el Centro Integrador para el Migrante, a cargo del gobierno federal, no se ha habilitado para la recepción de más personas en contexto de movilidad, aseguró el director municipal de Atención al Migrante, José Luis Pérez Canchola.
Explicó que el campamento colocado en la garita de El Chaparral desde el 19 de febrero sigue recibiendo a personas desplazadas, ya no de Centroamérica sino de estados del centro de la república, principalmente de Michoacán.
“Siguen llegando de Michoacán por la violencia, hemos hecho un llamado a ese gobierno para que atienda a las familias, pero no hay resultados. Ésta no es una migración por trabajo, sino que se trata de un desplazamiento por la violencia, por lo que debe haber un apoyo federal para buscarles acomodo digno y no violentarlos”, declaró.
Aseguró que las personas instaladas en el campamento migrante estaban dispuestas a trasladarse al Centro Integrador para el Migrante (CIM), pero al final nunca lo abrieron para esta población, “el gobierno federal se negó a abrir el CIM”.
En los 50 albergues que hay en la ciudad se encuentran repartidos alrededor de 5 mil migrantes. Estos espacios están al límite de su capacidad y la autoridad federal no hace nada para atenderlos, lamentó.
“El gobierno federal tiene que utilizar instalaciones, algunas incluso de las que son decomisadas al narcotráfico; hay hoteles decomisados al narcotráfico, que se pueden convertir en albergues para estas personas”, dijo.
Pérez Canchola también hizo hincapié en que la Guardia Nacional sólo hace rondines, pero es insuficiente porque “hay una evolución del tipo de personas en el campamento, hay vendedores de drogas, hay polleros y secuestradores, se necesita una intervención de los tres órdenes de gobierno en tema de seguridad pública para proteger a estas familias”.
Por último, advirtió que México debería estarse preparando para recibir a los cientos de haitianos que vienen a nuestro país para poder cruzar a Estados Unidos, luego del trágico terremoto que sufrieron recientemente.
De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), organismo para atender a las personas migrantes de ONU, hasta el 24 de agosto, por Tijuana cruzaron a Estados Unidos dos mil 692 personas bajo el programa MPP, a quienes se les hizo prueba COVID y que fueron acompañadas a Estados Unidos. El acumulado total está en 13 mil 256 personas.
Mientras que, por otra parte, Edgar Ramírez, agregado del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, informó a través de un comunicado de prensa que su nación continuará con sus leyes migratorias y las restricciones fronterizas impuestas a causa de la pandemia de COVID-19, mientras el Título 42 sigue vigente.
Agregó que también se reanudaron las deportaciones aceleradas y recordó a las personas que intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos no hacerlo, ya que no vale la pena el riesgo que toman, ya que al final la autoridad fronteriza los detendrá y los devolverá a sus ciudades de origen.
“Nadie debe intentar ingresar a los Estados Unidos de manera irregular, no vale la pena el riesgo para la salud o la deuda en la que se incurre. El gobierno de los Estados Unidos continuará devolviendo a los migrantes irregulares de conformidad con nuestra ley y estas políticas”, declaró.
Lo anterior luego de que la Corte Suprema de Estados Unidos rechazó la solicitud del gobierno del Presidente Joe Biden de suspender una orden de un tribunal inferior que requiere la reactivación de la controvertida política de inmigración de la era Trump, conocida como el programa “Permanecer en México”.
