En entrevista para ZETA, los artistas plásticos Gabriel Adame, Jaime Ruiz Otis, Roberto Rosique y Alejandra Phelts reflexionaron en torno al legado y aportaciones al arte y la cultura en general del maestro Álvaro Blancarte (Culiacán, 27 de marzo de 1934 – Tecate, 22 de agosto de 2021).
El artista plástico Gabriel Adame relató que fue en 1987 cuando conoció a Álvaro Blancarte, cuando recién se había establecido en Tecate en 1986. Recordó que, entre los cientos de alumnos que tuvo en 25 años en Baja California, fue el primero en tallerear con el maestro Blancarte en el “Pueblo mágico”.
“Jamás me quitó el pincel para corregirme algo. Me enseñó técnicas, textura, pero él tenía la gran virtud, primero, que era muy generoso, de saber por dónde te tenías que ir”, destacó Gabriel Adame.
“Nunca obligó a querer pintar como él. Me dijo ‘Tú eres de los pocos que encontraste un estilo propio, eso no es fácil; hay gente que tiene años pintando y nunca encuentra un estilo’. Álvaro era muy crítico, no terminaba un cuadro hasta que estuviera contento, y así era con nosotros. Su gran virtud fue saber encausar al alumno”, complementó Adame.
Asimismo, el artista plástico Jaime Ruiz Otis rememoró que fue en 1993 cuando empezó a asistir al taller de Blancarte en Tecate.
“A mí me salvó la vida Blancarte. Yo no sabía qué era el arte, yo no sabía que uno se podía dedicar al arte hasta que llegué a su taller. Ni siquiera sabía yo que iba a dedicar mi vida a crear, a ser artista; entonces, para mí fue muy importante haber encontrado al maestro. Yo creo que Blancarte era un catalizador, tenía un ojo muy bueno para ver tus inquietudes, por dónde te querías ir, ya sea por lo realista, por lo abstracto, por el collage… por lo que sea. Él era un catalizador y te dejaba ser, eso es lo más interesante”.
De igual manera, el artista plástico Roberto Rosique, quien compartió taller en los sótanos del Centro Cultural Tijuana (CECUT) hacia finales de los 90 y principios de los 2000, valoró dos aspectos de Blancarte:
“Primero, su actitud, su generosidad para siempre pensar en un tercero, para siempre pensar en una comunidad. Blancarte fue de los primeros artistas que en verdad buscaban opciones para mejorar. Los talleres que realizó en Tecate para ampliar los campos de la escultura y el grabado, quizá sea uno de los ejemplos más claros del interés por que tuviéramos una formación creativa más importante, pudiéramos competir ante la realidad con más herramientas. Eso es invaluable, eso es fundamental”.
También destacó a Blancarte como cofundador de la Facultad de Artes de la UABC en 2003 y autor de la idea de la “Trienal de Tijuana 1: Internacional pictórica”.
“El caso de la Facultad de Artes lo trabajamos de la mano junto con Rubén García Benavides y con toda la anuencia del rector en su momento; logramos hacerlo y ahí estuvo la lucha y las ideas de Álvaro Blancarte. Esto tiene que reconocérsele ampliamente. El último proyecto en el que estábamos trabajando (todavía hasta hace unos días antes de su fallecimiento), la Trienal de Tijuana, es una idea de él”.
Y en cuanto a su obra, Rosique enfatizó: “Por otro lado, tenemos a un artista pleno, un pintor convencido de la valía que tiene la pintura. La manera en que lo explora, el convencimiento de lo matérico y el logro estético que finalmente concreta en esta larga experiencia de estar pintando, tirando marmolina y creando este mundo abstracto (a veces un poco neofigurativo), lo coloca en uno de los pilares más importantes de la producción plástica de Tijuana e, indiscutiblemente, nacional”.
Finalmente, la artista plástico Alejandra Phelts, alumna de Blancarte en su taller en los sótanos del CECUT entre 2001 y 2002, y en la Licenciatura en Artes Plásticas de la UABC, reconoció:
“En lo personal, algo que me ayudó mucho es que Álvaro me dijo que hiciera series. Cuando llegué con él estaba en una búsqueda, y para mí él fue muy importante porque fue la persona que me ayudó a descubrir; yo creo que él vio mi talento, pero era algo que yo no era consciente y él me dijo ‘Enfócate y haz series’. Fue un gran consejo y así he ido trabajando toda mi trayectoria, gracias al maestro”.
“Blancarte siempre me planteó el arte como lo mejor que le puede pasar en la vida a alguien. Y es verdad”, concluyó.