Defensa del sinaloense promueve amparo y señala represalia de autoridad penitenciaria
Luego de que fue devuelto al penal de máxima seguridad del Altiplano, tras estar arraigado durante 70 días en un centro especializado de la Fiscalía General de la República, el presunto narcotraficante Jesús Héctor “El Güero” Palma Salazar se queja de un entorno de encarcelamiento desfavorable al ser internado junto con otros reclusos en un módulo especial para infectados de coronavirus sin estar enfermos.
El temor al contagio de COVID-19 está latente entre las personas privadas de libertad en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) 1, en Almoloya de Juárez, Estado de México, después de que trascendió la muerte por esa causa del también reo Mario Salgado Casarrubias “El Sapo Guapo”, implicado al caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero, en septiembre de 2014.
A través de sus abogados, Palma Salazar elevó un escrito en el que reclama “La orden de confinamiento en la zona de alto riesgo de contagio por COVID-19, ubicada en el área del Centro de Observación y Clasificación (C.O.C.) o módulo 9 del Centro Federal, ordenada por las autoridades de forma alevosa, a sabiendas de que en dicha área se encuentran todos los enfermos positivos con el virus SARS-CoV-2”.
“(Esta acción) importa un inminente peligro de contagio y de privación de la vida, al realizarse con la finalidad de que sean contagiados, acto que se realiza como castigo y represalia contra los quejosos, puesto que fueron ubicados en dicha área a pesar de no presentar sintomatología relacionada con la enfermedad COVID- 19, y con resultado negativo de antígenos en prueba rápida de COVID, que se les practicó al ser externados del centro para consultas médicas y al ingresar nuevamente al mismo” se lee en el escrito en que se basa una demanda de amparo.
El juicio de garantías promovido en favor del “Güero” Palma y otros presos, cuyos nombres no fueron revelados, fue radicado en uno de los Juzgados de Distrito en Materias de Amparo y Juicios Federales en el Estado de México en contra de actos reclamados como “Los tratos crueles, degradantes e inhumanos, que reciben los quejosos en el área donde se encuentran confinados, lo que se está realizando con el propósito de castigarles e intimidarlos, lo que ha menoscabado su dignidad, e integridad física y mental, siendo un tormento su estadía en el área de COC, en la que actualmente se encuentran.
El juez federal que conoce del asunto comisionó a uno de los actuarios judiciales adscritos a ese tribunal para que, sin poner en riesgo su integridad física y su salud, se constituya en el interior de las instalaciones del Cefereso 1 y verifique el área y condiciones en las que se encuentra Jesús Héctor Palma y sus compañeros de encierro. También concedió la suspensión de plano en favor de los quejosos, para que si se prueba que no están contagiados de coronavirus sean sacados del C.O.C.
“Si el centro penitenciario donde se encuentran recluidos, cuenta con un área para internos contagiados por el virus SARS-CoV-2, y ellos se encuentren en el mismo, sin que los aquí quejoso presentan síntomas, ni se les ha diagnosticado como positivos a COVID-19, de inmediato sean retirados de dicha área, y sean puestos en una zona de observación, por lo menos quince días, antes de ponerlos con la población en general”, se lee en el acuerdo del juzgador.
Héctor “El Güero” Palma estuvo a punto de quedar en libertad cuando el pasado 1 de mayo, el Juez Segundo de Procesos Penales en el Estado de Jalisco lo absolvió de la última causa penal que enfrentaba por delincuencia organizada, pero al salir del Cefereso 1 fue interceptado por agentes federales que le retuvieron, en tanto otro juez decretaba una orden de arraigo por 40 días el 5 de mayo. Cuando se hallaba cumpliendo la ampliación de ese arraigo, un Tribunal Unitario anuló la sentencia y ordenó la reposición del procedimiento, por lo que el hombre fue reingresado al penal del Altiplano la madrugada del 13 de julio.
