La Eurocopa es el primer paso del regreso a la normalidad en los eventos deportivos en todo el continente. Varios estadios fueron habilitados parcialmente para que el público pueda presenciar los partidos de su seleccionado nacional, pero el que rompió todos los números y estuvo completo fue el Puskás Arena, durante el duelo entre Hungría frente a Portugal por el Grupo F, con victoria 3-0 de los lusos.
Los residentes húngaros pudieron acceder a la cancha mostrando el certificado nacional de vacunación para comprobar si se vacunaron o si ya padecieron coronavirus. En el caso de los extranjeros, una prueba PCR negativa de reciente aplicación, es la única manera de acreditar los controles de salud y disfrutar el duelo.
La UEFA (Unión de Asociaciones Europeas de Futbol) habilitó porcentajes de aforo para los distintos estadios de la actual competencia. Por ejemplo, el estadio de Wembley, La Cartuja de Sevilla o el Johan Cruyff Arena, tienen permitido un 30% de espectadores; y el Olímpico de Bakú, un 50%, siempre considerando mantener el distanciamiento social y la utilización de mascarillas cada vez que se transite en un lugar común.
