Mientras fueron parte de su gabinete, ni Blanca Favela, ni David Gutiérrez, fueron investigados. Tampoco el diputado local Víctor Morán. Los tres eran alfiles del gobernador Jaime Bonilla, hasta que sus aspiraciones los hicieron caer en la desgracia política. Favela aspiró a la candidatura al Ayuntamiento de Tijuana, aun cuando, antidemocráticamente, el mandatario le dijo que no lo hiciera. Su esposo, Víctor Morán, quiso reelegirse una vez más como diputado local e incluso buscar la candidatura al Gobierno del Estado, y también topó con la pared que le puso Bonilla. Los dos, junto con David Gutiérrez, de la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, fueron a dar a los brazos de Jorge Hank Rhon ante la retirada del apoyo del mandatario morenista. Pero allá tampoco tuvieron éxito. Se creyeron que aquello de estar protegidos en el poder de Bonilla, era personal, y salieron perdiendo. Pues ahora los tres, son considerados adversarios del gobernador, quien ha ordenado sean investigados, y claro, ya les encontraron varias irregularidades, las cuales, mientras pertenecieron al bonillismo, nadie vio ni denunció. ¿Cuántos más así? Impunes por el amparo del titular del Poder Ejecutivo estatal.