Primero dijo que dejaría el Gobierno del Estado de Baja California, para ser candidato por Morena al Ayuntamiento de Tijuana. Cuando le dijeron que eso no era ni posible ni legal, Jaime Bonilla Valdez declaró que solicitaría licencia y se iría a coordinar la campaña del candidato de su partido a sucederlo. Pero cuando fue electa Marina del Pilar Ávila Olmeda, Bonilla no solicitó licencia al cargo y se quedó “gobernando”. Después dijo que solicitaría licencia porque se iría a encabezar la Secretaría de Economía del Gobierno de México… pero tampoco le siguieron la estrategia en el Gobierno Federal. Entonces dijo a sus cercanos que su nombramiento en la Comisión Nacional del Agua, prácticamente ya era un hecho… y el Presidente Andrés Manuel López Obrador nombró en esa posición, apenas el 1 de junio de 2021, a Germán Rodríguez Santoyo, y una vez más, Bonilla se quedó con las ganas. Lo último que andan diciendo los cercanos al todavía gobernador de Baja California, es que en septiembre se integrará al gabinete de López Obrador en calidad de secretario de Turismo, dado que el actual titular, Miguel Torruco Márquez, tomará posesión como diputado federal al haber ganado una curul por la vía plurinominal. De hecho, ya hay quien presume que el actual gobernador bajacaliforniano le ha invitado de subsecretario y otros huesos federales que dicen ya entregó. Pero en la oficina de la Presidencia de la República, aseguran que eso es falso. Que el Ejecutivo federal no ha considerado a su amigo bajacaliforniano para suplir a Torruco. Total, que lo que quiere el ingeniero Bonilla es irse del Estado. Y ahí está su asiento en el Senado de la República, esperándolo, pues luego de tomar posesión, solo ejerció como legislador de la Cámara Alta unos tres días, dejándole el espacio a su suplente, ahora adversario, Gerardo Novelo. Bonilla es senador con licencia y su encargo, termina en 2024, tres años después de su gubernatura de dos años.
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