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sábado, febrero 24, 2024
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Día 4 de la cuarentena

Estoy conociendo a esta gente que vive en mi casa. Se ven buenas personas. Dicen ser mi familia.

 


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* * *

 

— Estoy orgulloso de mí.


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“¿Por qué hermanito?”.

— Escribí un libro. Mira…

“¿Y por qué dibujaste un dedo en la primera página?”.

— ¡Porque es el índice!

 

* * *

 

— Hola, amiga, ¿cómo estás?

“Pues aburrida, pero bien, ¿y tú?”.

— Yo, preocupada.

“¿Por?”.

— En un día ¡me comí todo lo que había comprado para la cuarentena! Ahora entiendo para qué sirve realmente el cubre bocas.

 

* * *

 

— Oye, compa, tengo una duda.

“A ver, dime con confianza”.

— ¿Será verdad lo que dicen los doctores del gobierno?

“De qué, o qué…”.

— Que el que tenga el virus, tiene que pasar quince días con una cuarentona.

“’Uta, compadre, ¡no tienes remedio!”.

 

* * *

 

— Maestra, ¿no le afectará a mi hijo estar todo un mes en la casa, sin hacer nada?

“Señora, ¡su hijo lleva todo el semestre sin hacer nada!”.

 

* * *

 

Lo que diría un perro a su dueño:

¿Otra vez, Juancho? ¿Neta? No manches, ¡ya me sacaste 23 veces el día de hoy!

 

* * *

 

No sé si es mi WhatsApp, o de plano ya nadie me quiere contestar.

 

* * *

 

Mi mamá decía que tirado en la cama nunca iba a lograr nada y véanme ahora, ¡salvando al mundo!

 

* * *

 

— El coronavirus no va a durar mucho.

“¿Cómo sabes?”.

— Fácil, cariño, ¡está hecho en China!

 

* * *

 

— Hola, ¿cómo están todos en casa?

“Bien. Fíjate que mi prima por fin regresó de Europa en un vuelo humanitario y le recomendaron estar aislada durante quince días”.

— ¿Sí? ¿Y cómo le están haciendo en casa?

“Pues mi tía le preparó un cuarto en el tercer piso, en lo que era el ático. Le deja la comida en el piso, toca la puerta y le grita ‘¡Aquí está tu cena, Cuasimodo!’. Y sale corriendo.

 

* * *

 

— Hola, Tavo, ¿qué hay?

“Pues nada, aquí encerrado, temiendo lo peor”.

— ¿Por qué lo dices?

“Porque dicen que después de esta pandemia viene lo peor”.

—¡Por Dios! ¿A qué te refieres?

“Es que luego vendrá el débola”.

—¿Débola?

“Débola luz, débola casa, débola factura del internet y el cable, débola la tarjeta, débola mensualidad del carro, débola colegiatura…”.

Autor: Demasiados en redes.

 

Lección de canto

—¡Oye! ¿Por qué abres las cortinas cada vez que tu marido se pone a practicar sus lecciones de canto?
“Para que los vecinos no crean que le estoy pegando”.

Autor: Cantante frustrado.

 

El gallego y la hora

— Perdone, ¿qué hora es?

“Son las siete y cuarto”.

— ¿Otra vez.

“Otra vez qué…”.

— Nada, ¡que me he pasao todo el día preguntándole la hora a todo mundo y nadie se pone de acuerdo!

Autor: Otro gallego, ¿quién más?

 

* * *

 

Un pastor da a tres hermanos de la congregación, diez biblias a cada uno y les indica que las vendan entre sus prójimos. Los hermanos marchan a vender las biblias y cuando regresan, el pastor les pregunta:

— Juan, ¿cuántas biblias vendiste?

“Yo vendí solo cinco biblias”.

— Muy bien. Y tú, Pedro, ¿cuántas vendiste?

“Yo vendí siete”.

Complacido, el pastor decide preguntar al último de los hermanos, un joven tartamudo al cual nadie tiene paciencia:

— ¿Y tú, Carlos? ¿Cuántas biblias vendiste?

“Yo… yo… yo… Ve…vendí to… to… todas”.

— Excelente, hijo, ¿ya ves que por encima de tu problema, el Señor te ha dado un don? ¿Y cómo le hiciste?

“Es qu… que… que les di…di…dije: Me…me… me la… la… co… co… mp… pra, o se la… la… l.. le… leo”.

Autor: Un misionero encerrado.

 

A propósito de Susana Distancia

La Secretaría de Salud creó el personaje Susana Distancia para contener el virus COVID-19. Ante la propagación del contagio, sus próximos personajes serán:

Ivana Empeorar

Zoila Enferma

Elmo Ribundo

Aquiles Contagio

Johnny Respiro

Eloy Occiso

Yani Meyamen

Yanos Chin Gamos

Susana Babich

Autor: Anónimo desde la Secretaría de Salud federal.

 

Agradecimiento desde Colorado

La Oficina de Parques y Vida Silvestre de Colorado, Estados Unidos, ha publicado un mensaje, digamos que inusual, dirigido a los visitantes. Dice así: “Gracias por ¡EN ZERIO! no robar nuestro papel de baño”.

Este letrero es justo el que aparece en la entrada del Parque Estatal del Lago Boyd, que, a la fecha, sigue abierto a los turistas, pese a la pandemia del COVID-19. Así andará el otro contagio, el de la crisis del papel higiénico y todo lo que se le parezca.

A propósito, un estudiante de software desarrolló en Londres un sitio web para que las familias calculen cuanto papel de baño necesitarán realmente durante esta cuarentena. La página es howmuchtoiletpaper.com. Por si a alguien le interesa hacer el cálculo exacto.

 

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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