Plasma el primogénito de don Cruz Lizárraga sus huellas en Tijuana en reconocimiento a 69 años dedicados a la música de banda sinaloense, grabar alrededor de 200 álbumes desde 1951 con las bandas El Recodo y Estrellas de Sinaloa, e impulsar la profesión a través de la Escuela de Banda Sinaloense “Germán Lizárraga”, AC
Nació el mismo año en que su padre fundó la Banda El Recodo (1938). Abrió sus ojos y lanzó al Universo su primer soplido en la población que bautizó a la hoy llamada “Madre de Todas las Bandas”, agrupación que 13 años después lo cobijó con su música de viento. Junto al Río Presidio, al noroeste de Mazatlán, Sinaloa, Germán Lizárraga vivió sus primeros años de edad, de los 81 que suma.
Luego de la separación de sus padres, Germán, el mayor de ocho hermanos, vio truncado su sueño de estudiar Medicina. Abandonando cualquier aspiración, tuvo que trabajar en el rancho para apoyar económicamente a su madre, pero el tiempo lo reubicó en la pasión de su padre, la música, misma que aprendió de la mano del maestro Braulio Pineda y circunstancialmente compartió durante 44 años junto a don Cruz Lizárraga.
Proveniente de una familia que ha dedicado su vida a impulsar la música de viento, Germán Lizárraga es una institución de la música regional mexicana, motivo por el cual el Comité de Turismo y Convenciones de Tijuana (Cotuco) homenajeó al líder de la Banda Estrellas de Sinaloa, invitándolo a plasmar sus manos en la Plaza Santa Cecilia, patrona de los músicos, uniéndose a la emblemática iniciativa que guarda para la posteridad las huellas de artistas como Cuco Sánchez y Lola Beltrán.
“La verdad me siento muy orgulloso, pero también muy comprometido desde luego por todo lo que está pasando en Tijuana. Me motiva mucho, especialmente porque la ciudad ha sido parte muy importante de nuestra música. Con Banda El Recodo vine año tras año, con Estrellas de Sinaloa continúo haciéndolo, y ahora me reconocen tanto dentro de la música como en el beisbol. Me invitaron a lanzar la primera bola en los Toros de Tijuana, y hoy plasmaré mis manos”, dijo a ZETA Lizárraga, quien creció escuchando tambora y en tierra donde se juega mucho beisbol.
“Dicen por ahí que mi papá en lugar de ponerme un chupón en la boca, me puso un clarinete, y yo pues, con el amor que le tenía a mi padre y el deseo que yo fuera músico, me incrustó en la sangre lo que son las verdaderas notas de la música. Tuve la oportunidad de estudiar e ingresar al bonito ambiente de la música, en 1949 decidí ser músico, me fui a Mazatlán y aquí estoy, con casi 70 años en la música desde aquel día en que toqué el clarinete en el pueblo de El Coyonqui, Sinaloa”, expresó el artista.
Con una trayectoria de 69 años en la música y contando, Lizárraga es una autoridad suprema para hablar sobre las etapas y evolución de la música de banda sinaloense:
“La música instrumental, de viento, es lo que se conoce como la música de banda sinaloense. Como todo mundo sabe, después incursionaron los cantantes, pero solo es parte de la evolución que está teniendo nuestra música en México. Me da gusto ser parte de todas esas etapas, desde la música que tocábamos en los pueblos, la sazón que se le agregó en Mazatlán, luego lo que retomamos de la música tradicional de Sinaloa y todo lo que está pasando ahora. Me están haciendo muchos homenajes, a lo mejor están pensando que ya me voy a morir, entonces hay que hacerme homenajes antes de que me vaya, pero sí me siento muy contento, muy comprometido con la herencia que me dejó mi padre.
“La música es el arte de combinar los sonidos con el tiempo y todo ello ha venido, inclusive otros géneros se han hecho populares, que son élites de la banda, como el pasito duranguense, la techno banda, norteño banda, pero la banda sinaloense es la base de todo, la base instrumental, misma que el Estado nos regaló con temas como ‘El Sauce y la Palma’, ‘Mi Gusto Es’, ‘El Sinaloense’, ‘La India Bonita, y ‘El Toro Mambo’, esas canciones que nos dan crédito internacionalmente y que tuve la fortuna de ser pionero junto a mi padre, de grabar por primera vez en un estudio improvisado en 1951, por iniciativa del señor Mariano Rivera Conde, que quería registrar esa tradición musical de música de viento, como existe en cualquier pueblo de Sinaloa”, relató el primogénito de don Cruz Lizárraga, cuya agrupación recientemente celebró 80 años de existencia, evento en el cual Germán fue invitado a interpretar algunos temas junto a Julio Preciado. Referente al legado de su progenitor y por qué cedió la batuta, Germán Lizárraga indicó que siempre quiso crear algo propio: “Mi padre tuvo la decencia, o la manera, como yo andaba mucho tiempo con él, quería que yo me quedara con Banda El Recodo, pero yo siempre tenía ganas de hacer algo por mí, pero cuando mi padre falleció el 17 de junio de 1995, me tuve que quedar con la banda. Fui director musical por seis años y medio, hasta 2002, que empecé mi banda Estrellas de Sinaloa y dejé a Poncho y Joel, que ya estaban adentrados en la música. Afortunadamente todo ha seguido de forma ascendente, me siento satisfecho y mi padre debe estarlo, tanto con lo que sigue, como lo que yo hago”, complementó quien luego de grabar ese primer disco, salió de gira con su padre a Durango y Nayarit, para después recorrer la República Mexicana y continuar la aventura en Estados Unidos.
“Mucha gente no creía que cómo se iba a escuchar una banda en un tocadiscos, inclusive muchos de los músicos que estaban con mi padre en El Recodo no quisieron venir a Mazatlán a grabar, porque decían que era cosa del diablo. Ahí fue donde yo encajé para que yo grabara, porque yo estaba estudiando música en Mazatlán, él pasó por frente a la casa del maestro donde yo estaba estudiando, no sabía que era yo, cuando se enteró me abrazó, empezamos a lamentarnos de cosas y luego me dijo que Mariano Rivera Conde iba a grabar con nosotros y me invitó a grabar, de esa forma empecé a grabar con Banda El Recodo”, evocó el músico, quien dando continuidad al legado, instituyó la Escuela de Banda Sinaloense “Germán Lizárraga”, Asociación Civil, misma que desea ceder a su hermano Poncho, actual líder de El Recodo.
“Le quiero pasar la escuela a mi hermano Poncho, estamos plasmando la idea de que los muchachos que vayan ahí a tocar aprendan a tocar la música nuestra, ‘El Sauce y la Palma’, ‘Mi Gusto Es’, ‘El Sinaloense’ y todas esas canciones que nos han dado tanta fama a los músicos y a todas las bandas, porque ahora hay muchísimas bandas. De hecho en todas partes de la República Mexicana hay bandas tradicionales, en Oaxaca, el tamborazo de Zacatecas, pero con el estilo de Sinaloa, como en otros lugares que hay agrupaciones con el estilo sinaloense, es un género ya nacional. A mi padre le dicen ‘El Padre de Todas las Bandas’ porque él impulsó ese género, esa manera de tocar, no inventó la banda porque ya había, sino la forma de tocar. Grabaron Los Guamuchileros, pero tenían un estilo muy diferente a El Recodo, ese estilo propio de nuestros sinaloenses es el que se esparció por todo México.
“Por mi parte, quiero que se preserve el estilo que tanto nos dio trabajo establecer, fueron muchos años de lucha, llegamos a la radio, no nos atendían. Finalmente en los ochenta empezamos a tener aceptación, hoy por hoy, la música de banda es un género nacional como el mariachi, de hecho la Banda El Recodo tiene una gira con el Mariachi Vargas por Estados Unidos, se llama ‘200 Años de Música’ porque el Mariachi Vargas tiene 120 años que se formó, y El Recodo tiene 80. Es algo que está teniendo éxito, les llueven las peticiones porque quieren escuchar a los máximos exponentes de los máximos géneros regionales de México”, señaló Lizárraga, quien considera, ser músico en Sinaloa sigue siendo aspiracional.
“En mi Estado continúa una efervescencia por ser músico, los muchachos quieren estudiar música. Nos llueven las peticiones, nos gusta la música en Sinaloa, la música nos permite olvidarnos de muchas cosas, es algo sano, nos permite alegría, nos acompaña en las tristezas; cuando te adentras en la música, jamás vas a agarrar un arma para andar de cuatrero o sicario. La música y el clarinete son mi vida. Mi padre a los cuatro, cinco años de edad me ponía el clarinete, él le movía y yo nada más le soplaba”, finalizó Germán, quien estrenó el tema “Muchas Gracias”, muy ad hoc a los últimos acontecimientos y que promociona junto a su banda Estrellas de Sinaloa, cuyo video fue grabado en locaciones de Mazatlán, bajo la dirección de Néstor Chavira y Marcelo Vázquez.
“Muchas Gracias” se suma a la lista de éxitos como “Por Amarte”, “Que No Pare la Fiesta” y “¿Para Qué la Ropa?”.