No existe tema que importe más para la región fronteriza californiana que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Obviamente, mexicanos, mexicanos-americanos y norteamericanos podrían ser perjudicados por las amenazas del Presidente Norteamericano de construir un muro fronterizo, cambiar las prioridades para la aplicación de inmigración o acabar con la cobertura de seguro médico para todos los norteamericanos, Obamacare.
Pero la promesa de Trump para terminar con o renegociar el TLCAN sería un ataque directo sobre las relaciones económicas y políticas entre México, Estados Unidos y Canadá, las cuales tienen un cuarto de siglo. Un real ataque sobre el TLCAN requeriría que la Ciudad de México haga una revaloración estratégica completa de su relación con su vecino del norte. En este caso, también los fronterizos tendrían que hacer una revaloración estratégica completa de su vida diaria.
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Sin el TLCAN, ¿cuál sería el argumento para una frontera eficiente? La región fronteriza sufriría profundamente por esta revolución. En un Washington obsesionado por la seguridad, el único argumento para una frontera relativamente eficiente es la necesidad de facilitar el comercio. Si nuestra relación fuera rebajada, residentes fronterizos y gente que viaja por la frontera, deberían esperar niveles de servicio en declive y tiempos desmesurados para cruzar la frontera.
El embajador de México, Gerónimo Gutiérrez, recientemente identificó la barrera para defender al TLCAN en Washington. “Tenemos que dejar de hablar de los impactos macroeconómicos del TLCAN y enfatizar en el impacto local sobre la gente,” comparte Gutiérrez. Además, “tenemos que escuchar lo que los individuos tienen que compartir. Creo que existen personas en los Estados Unidos que sienten que no reciben los beneficios del TLCAN”. En otro esfuerzo de relaciones públicas hacia el norte, el gobierno mexicano propuso afilar los dientes anti-corruptivos del TLCAN (¡Qué ironía!).
Por el momento, ¿dónde se encuentra el TLCAN? Esta semana, el United States Trade Representative (“Representante de Comercio de los Estados Unidos”) nos ofreció algunas pistas para el futuro de nuestro destino compartido, en materia de economía y política. El 17 de julio, la Oficina del Representante de Comercio compartió su “Resumen sobre las Negociaciones de los Objetivos del TLCAN”, que fue largamente esperado.
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Las noticias (sin sorpresa) de este documento son que, otra vez, el ladrado de Trump se ha mostrado peor que su mordida. A pesar de la usual retorica enojada de la campaña de Trump en la introducción del documento y la plática exagerada, sello de la Casa Blanca, en el mismo texto, el documento es relativamente restringido. Al leer estas metas, es obvio que Trump ha estado escuchando a los líderes de negocios norteamericanos que se benefician mucho más del TLCAN que los exempleados del “Rust Belt” que votaron por él. Las feroces voces anti-TLCAN, en la política norteamericana, han notado el retraimiento de Trump y están acusándolo de venderlos en su promesa de regresar los empleos americanos a los Estados Unidos.
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No es sorpresa que el grupo anti-TLCAN no esté feliz. El resumen demuestra poca evidencia, que los Estados Unidos piensan “ser difíciles con México”. Una excepción, que tiene más beneficios para los residentes fronterizos que para cualquier otro grupo en México. El nuevo enfoque del Representante de Comercio sobre el comercio electrónico para tiendas norteamericanas, tales como Amazon, en México, consistirá en reducir las tarifas para consumidores mexicanos. Esto podría generar ahorros enormes para los mexicanos -y crear bastante disturbios y pérdidas económicas para vendedores mexicanos y será ferozmente resistido en la Ciudad de México-.
Aún, una pequeña liberalización podría generar grandes estímulos en comercio en línea entre Estados Unidos y México y esto tendrá beneficios para Tijuana, Mexicali, y otras ciudades fronterizas (el impacto negativo para Tijuana tiene la probabilidad de ser pequeño, siendo que negocios tijuanenses ya está lidiando con competencia de Estados Unidos y se han ajustado). Un deseo propuesto por los Estados Unidos para eliminar mediación bilateral neutral del TLCAN para conflictos de comercio, tiene poca probabilidad de ser bien recibido en México, pero es posible que el Presidente Peña Nieto no tenga otra opción. Por el futuro inmediato, el TLCAN no se ve en peligro. Para todos que cruzan la frontera regularmente, esto es una buena noticia.
Andrew S.E. Erickson es un orgulloso ex residente de Tijuana, ex diplomático de los Estados Unidos, con Maestría del Colegio Nacional de Guerra, y un fuerte creyente de la importancia de las buenas relaciones entre mexicanos y estadounidenses
