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viernes, febrero 23, 2024
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28 años, no ha cambiado tanto

Política Breve y de Emergencia

 


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Es precisamente por los logros políticos de 1989 en Baja California y de 2000 en todo México que Ernesto Ruffo y Vicente Fox son dos de las figuras más importantes y consideradas por los mexicanos; sus nombres por sí mismos representan cambio y transformación política, a propios y extraños no les queda más que reconocerlo. Sin embargo, lo que también tienen que reconocer propios y extraños es su proclividad a la declaración fácil, despreocupada, más que sincera y muchas veces disparatada.


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Vicente Fox es ahora la sombra mediática del presidente norteamericano Donald Trump; tan pronto aparece una publicación de Trump en redes sociales (básicamente en Twitter) y Fox publica un comentario con mucha creatividad, buen humor y sarcasmo a la manera de la comicidad inteligente sobre temas de política que le suele gustar a los vecinos del norte. Sus seguidores están en aumento, sobre todo los de Estados Unidos y, bueno, seguramente toda la publicidad producto de esa actividad deben estar redituando a Fox en invitaciones para dar conferencias, que ha revelado es su modo de vida.

Ernesto Ruffo es senador en funciones por Baja California, posición a la que llegó sin mayores problemas en una elección en la que él y el PAN constataron su capacidad y carisma especial para lograr votos; sin embargo, ahora quiere ser presidente de la República, en sus planes ya está separarse de sus responsabilidades partidistas en el Comité Nacional y emprender una carrera por la nominación del partido en el que aún milita. Asunto que será sumamente complicado partiendo del simple hecho de que los otros tres aspirantes ya le llevan por lo menos dos años de ventaja.

Para muchos -sobre todo para los más formados en la política- los años de Fox y el propio proceso electoral del 2000 no fueron el inicio de la transición democrática; consideran de mayor valor la participación como candidato “no priista” de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988 y la reforma político electoral del gobierno de Ernesto Zedillo; pero hoy Fox es considerado por “sacar al PRI de Los Pinos”, Cárdenas por escindirse del régimen y Zedillo por reconocer “los vientos de la democracia”. Fox es el cambio, por eso el expresidente desde su lugar en la historia, habla de transformación, desarrollo, democracia y confronta nada menos que al hombre más poderoso del mundo, solo porque puede, porque quiere o, ¿por qué no? Fox es Fox.

Ernesto Ruffo confrontó al panismo de “la nomenclatura nacional”, ese que no le permitió que lo dirigiera como su presidente (cuando le ganó Felipe Calderón en el Consejo) y por enésima vez les dijo que el PAN ya no era lo que había sido en los años primeros de los principios y el compromiso social, que el poder lo había cambiado y para colmo en el abuso extremo, había prostituido su padrón electoral con afiliaciones masivas orientadas tendenciosamente a favorecer a alguien. Pues que Ricardo Anaya lo invita a la elección y además le dan la comisión de revisión del padrón PAN y la del combate a la corrupción, bien por Ruffo. Pero ahora ya se va, deja sus cargos en septiembre para poder libremente competirles a Margarita Zavala, Rafael Moreno y al propio Ricardo Anaya y, dice, dejará limpio el padrón antes de irse. ¿Será? Ruffo es Ruffo.

El activismo de Fox atacando a Trump y defendiendo a Peña Nieto, bien le podría lograr la Secretaría General de la OEA o una posición en la ONU. Por su parte Ruffo, que podría considerar la candidatura presidencial incluso por un partido distinto al suyo, dijo que los panistas bajacalifornianos le habían pedido competir la interna, pues dijo que sí.

Los libros de la historia nacional tienen un lugar especial para el primer gobernador panista Ernesto Ruffo Appel y para Vicente Fox Quesada, primer presidente de la República que después de 70 años cambió políticamente al país, sus acciones y resultados ya fueron suficientes para formar un legado e inspirar a generaciones, aunque a ellos eso parece no comprometerles, que al fin y al cabo el país en 28 años no ha cambiado tanto.

Que la historia lo registre.- Las discusiones hacia el interior del panismo nacional por la legalidad del padrón electoral interno, hicieron que el expresidente Felipe Calderón amagara con renunciar a su militancia. Si eso sucede, el partido se quedará sin expresidentes de la República en sus filas.

Botón rojo.- Hace bien Gastélum, el alcalde tijuanense, en defender a la ciudad de un extraño enemigo, pero lograría más si se terminan los asesinatos en la calles.

 

Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas. Correo: smriubi@yahoo.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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