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domingo, febrero 18, 2024
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Mentirosas e impunes

Resulta que Usted puede fingir ser víctima. Pedir que llamen al número de Emergencia, obligar a la Policía Municipal a iniciar un operativo de rescate, acusar entre gritos un delito, hacer que su denunciado pierda el trabajo y después desdecirse e irse tranquilamente a su casa como si nada hubiera pasado. La noche del 26 de junio. Iris Hernández acusó al policía estatal Santiago Castro, se bajó del auto del agente y corrió a los brazos de un municipal gritando: “Ayúdenme, me tienen secuestrada, trae un arma”. Les dijo que una hora antes de ser rescatada, el oficial la había subido al carro apuntándole con una pistola, gritándole obscenidades y preguntándole cuánto cobraba por sexo. El PEP fue detenido, presentado, y la Secretaría de Seguridad Pública le inició un proceso para removerlo de su cargo. Esto pese a que en la etapa de vinculación, el abogado defensor demostró que en una segunda entrevista la mujer se desdijo. Resultó que Castro no la había secuestrado, que vivían en la misma zona, que ambos se conocían dos años atrás. Bueno, hasta el esposo de la supuesta víctima fue testigo de la defensa. Se preguntó en el Poder Judicial y las mentiras de la mujer no serán sancionadas, a menos que el Ministerio Público o el imputado, la denuncien por declarar falsamente. Así de fácil.


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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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