Política Breve y de Emergencia
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En Baja California en general pero en particular en Tijuana, el transporte público es inseguro, de mala calidad, caro, obsoleto, inadecuado, ineficiente, ilógico, irregular y un excelente negocio para los concesionarios del servicio. Con toda razón se le considera el peor y más caro servicio del país y desde luego será por eso, a sus líderes no es extraño verlos activamente involucrados en política.
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Porque solo en Tijuana se presta servicio de pasajeros de ruta a partir de vehículos taxi; porque solo en Tijuana los autobuses colectivos en ruta son unidades de desecho, sin condiciones de seguridad y con vida útil acabada en el país vecino; porque solo en Tijuana las rutas de prestación del servicio las establece tácitamente el concesionario y no la autoridad y son consideradas “propiedad gremial”; porque solo en Tijuana las zonas de tránsito turístico son consideradas “propiedad exclusiva” de gremios de transporte y quien preste ahí servicio debe “pagar piso”.
Porque solo en Tijuana los transportistas definen y negocian su cuotas de cobro y los taxímetros son tan solo un adorno en cada unidad; porque solo en Tijuana los transportistas se unen en contra de la autoridad y paralizan a la ciudad entera; porque solo en Tijuana, amparados en la concesión individual de transporte y su estatus legal de patrimonio familiar se amparan personajes millonarios que más bien debieran ser empresarios y no “líderes sindicales”; porque solo en Tijuana la habilidad política de los transportistas es mayor que la de los partidos políticos y sientan a quien sea en beneficio de sus intereses.
Desde siempre los líderes sindicales de las diferentes modalidades de transporte se han involucrado en los procesos electorales y aunque ya pasaron los tiempos en los que públicamente comprometían llevar a las urnas a cientos de miles de votantes, ahora se les invita a integrar gobierno en puestos de elección popular en el compromiso de que aportarán votos a la candidatura determinada.
Fue en el gobierno de Héctor Terán, hace ya dos décadas, cuando se dio el gran esfuerzo de fortalecimiento de las autoridades municipales y se transfirió vía convenio las facultades del transporte público a los ayuntamientos, además de la “reorganización burocrática” del Estado al Municipio, verdaderos avances que hayan llegado a la ciudadanía solo han sucedido en dos ocasiones: en el gobierno municipal de Jesús González con la aparición de los taxis libres y en el gobierno municipal de Jorge Hank cuando finalmente sacaron de circulación las peligrosísimas “guayinas” habilitadas de taxi de ruta. El resto de los gobiernos solo se han dedicado a administrar el caos y a formular planes en los que se han gastado miles de millones de peso del erario público.
Es hasta ahora que bajo la autoridad del alcalde Jorge Astiazarán cuando por cierto se intenta por tercera vez articular las rutas del transporte de la ciudad y establecer una “ruta troncal”, que los ciudadanos podemos aspirar verdaderamente a algún avance sustantivo en esta materia, por cierto responsabilidad entera del gobierno de la ciudad.
Por eso cuando los transportistas salen a las calles según ellos a manifestar lo que consideran un atentado en contra de sus derechos y su patrimonio, en realidad lo que hacen es confrontar a la autoridad y manipular la opinión pública al desquiciar la movilidad de toda una metrópoli, exigir con violencia y amenazas que se respete el estatus del transporte y las condiciones que ellos tienen para prestar el servicio, solo que eso es lo que precisamente se necesita modificar, al peor y más caro transporte del país.
Ahora que por enésima vez los líderes transportistas se infiltran como candidatos en las planillas de los partidos políticos, valdría la pena saber con toda transparencia qué hay a cambio de esa participación, porque lo que es un hecho es que la ciudad y los ciudadanos no reciben ni han recibido nada bueno.
Que la historia lo registre.- En su visita de campaña el presidente Peña Nieto comprometió la modernización del transporte de Tijuana; muchos proyectos: ruta troncal, tren ligero, trolley San Diego-Tijuana, camiones articulados. Uno de ellos, regresarle las facultades al gobierno estatal.
Botón rojo.- ¿Cuándo se termina y pone en marcha la denominada Ruta Troncal de transporte público en Tijuana?
Salvador Morales Riubí, político tijuanense, ha sido funcionario municipal y estatal. Actualmente es empresario y consultor en temas de salud y relaciones públicas. Correo: smriubi@yahoo.com
