El desfile para conmemorar el 103 Aniversario de la Revolución Mexicana fue una oportunidad más para que maestros disidentes mostraran su inconformidad hacia la Reforma Educativa. Aunque los festejos del 20 de noviembre, iniciaron desde las ocho de la mañana por parte del Ayuntamiento de Tijuana, con un acto cívico, desayuno privado para el alcalde Carlos Bustamante y su gabinete, fue el desfile cívico deportivo el que se vio interrumpido por el contingente del Movimiento de Resistencia Magisterial. Mientras desfilaban elementos de la Policía Municipal, de la Cruz Roja, la dirección de Bomberos, así como estudiantes de preescolar, primaria, secundaria y preparatoria en la Zona Centro, los maestros intentaban adherirse al contingente, a través de callejones y calles alternas, pero el paso les era cerrado. Después de varios intentos fallidos por llegar al desfile, inició una disputa entre docentes y policías, los primeros sostenían haber solicitado el permiso de adhesión correspondiente al evento, los segundos respondían con negativas. Con pancartas en mano, mientras continuaba el desfile, pasadas las nueve de la mañana, los maestros coreaban las leyendas “Rapto de México y “No a la Reforma Educativa”. Máscaras de Enrique Peña Nieto y del secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, cubrían los rostros de algunos maestros. Entonces, el líder del Movimiento de Resistencia Magisterial, Marco Antonio Pacheco se acercó a los agentes de la policía municipal para insistir en el permiso obtenido por su grupo para participar en el desfile cívico.
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