Atentados aislados, pero con la misma hipótesis, el narcotráfico, sucedieron el fin de semana anterior. Primero se supo de la persecución que sufrió el cantante de narco corridos Javier Rosas, quien fue baleado en su natal Sinaloa cuando se trasladaba en una camioneta Suburban color blanco, placas JLG-3152 del Estado de Jalisco, la cual recibió una ráfaga con rifles AK-47; episodio donde el cantante de 23 años, conocido por interpretar canciones en alabanza al narcotráfico, fue herido de gravedad en el tórax y en una pierna. Se encuentra internado en el Hospital Ángeles de aquella ciudad desde el día del incidente. Artistas y conocidos del cantante publicaron mensajes en sus cuentas de redes sociales para pedir sangre ORH positivo universal, ya que por la gravedad de las lesiones, Rosas ha perdido mucha sangre (hasta 4.5 litros) que le han transfundido en nueve unidades, pero que no han sido suficientes para su recuperación. Sin embargo, la cifra aumentó a 20 unidades el miércoles 25 de marzo. El artista continúa en terapia intensiva tras la operación que le fue practicada. Un comunicado emitido por su representante afirma que Rosas presenta mejoría en su salud y, según información proporcionada por el médico que lo atiende, “los órganos que fueron intervenidos comienzan a funcionar de manera adecuada y es posible que hoy mismo se le retire el respirador artificial”, informó Rafael Barraza. En el ataque a Javier Rosas, murieron el primo de éste, de nombre Iván Almaral Velarde, así como Adolfo Antonio Lizárraga. En conferencia de prensa ante medios de comunicación, el procurador de Justicia del Estado de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez, declaró: “La persona lesionada, Javier Arturo Rosas Almaral, se había presentado en un foro donde hizo su presentación en forma normal, estos hechos ocurren ya que se retira, ya descansa, terminó su trabajo normalmente. A las ocho de la mañana con diez minutos tuvimos conocimiento de estos hechos”. En el lugar se encontraron más de 76 casquillos percutidos de armas conocidas como “cuerno de chivo”. 
No es la primera vez que el intérprete de “En la Sierra y la Ciudad” -quien la noche del sábado 21 de marzo se se presentó en el Foro Tecate de Culiacán, Sinaloa, junto a La Adictiva Banda San José de Mesillas y Los Titanes de Durango-, ha estado cerca de las balas. En diciembre de 2014 sobrevivió a una balacera desatada en Durango, justo cuando interpretaba el corrido “500 Balazos”. Un desconocido realizó 10 disparos, por lo que el espectáculo tuvo que ser suspendido. El segundo incidente en esta cacería de narco cantantes tuvo lugar en Tijuana, donde Rogelio Brambila Lizárraga -vocalista de la agrupación Los Plebes de Arranke-, fue asesinado la madrugada del sábado 21 de marzo con armas de fuego en el interior de un Audi color blanco modelo 2004, sin placas de circulación, número de serie WAUAF78E46A007903 y con diversas perforaciones sobre la carrocería y vidrios, impactados por una lluvia de balas calibre 9 milímetros y calibre 40. Brambila Lizárraga fue interceptado en la calle Manuel Flores del fraccionamiento Montebello, en la Mesa. Fue identificado como intérprete de narco corridos,a favor del Cártel Arellano Félix, como “Muy Negro se Ve el Comando”, en el que el occiso parafraseaba: “Aquí no ha cambiado nada / siguen corriendo las aguas y las reglas son las mismas / nos pertenece la plaza./ Hay dinastía para rato en el Cártel de Tijuana/ hacemos operativos para sentar a contrarios/ en Tijuana no trabajan si la cuota no han pagado”. Otros de los temas por los que se dieron a conocer Los Plebes de Arranke son: “5 Fueron más Violentos”, “Doña Juana” y “La Lista Negra Activada”, esta última, con explicitas referencias al CAF. En contraparte, el Cabildo de Chihuahua modificó el Bando de Policía y Buen Gobierno, así como la ley sobre espectáculos, a fin de evitar que se interpreten o difundan narco corridos en eventos públicos, sancionando hasta con 330 mil pesos y cárcel por 36 horas. De acuerdo a regidores de la capital chihuahuense, se prohíbe la apología de actividades y personajes del crimen organizado, específicamente del narcotráfico. El atentado de Javier Rosas se suma a los más recientes de Alfredito Olivas el 28 de febrero, cuando ofrecía un concierto en la ciudad del Parral, Chihuahua y resultó agredido por un novio celoso que perdió los estribos al ver que el artista coqueteaba con su acompañante; así como la balacera desatada en el concierto que encabezaría Gerardo Ortiz en el Rodeo de Texcoco la madrugada del 8 de marzo, quien también interpreta narco corridos.
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