Ante el irrisorio aumento al salario mínimo que hizo la CONASAMI, representantes de la CTM y CROC opinan que una vez más el poder adquisitivo seguirá sin recuperarse. “Está por debajo de la capacidad adquisitiva que se ocupa para realmente ser lo que se constituyó en un principio: satisfacer las necesidades de una familia”: senador Ernesto Ruffo
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7.36 pesos diarios fue el aumento al salario mínimo general para 2017. La Comisión de Salarios Mínimos otorgó dicho incremento constituido por el Monto Independiente de Recuperación (MIR), con lo que queda en 80.04 pesos, en comparación con los 73.04 en que se encuentra actualmente.
En un despacho informativo, la dependencia detalló que se trató de un doble ascenso salarial: uno de 4 pesos, pues durante el año no fue posible alcanzar los 77.04 pesos diarios, y otro más de 3 pesos para dejarlo en 80.04.
Los primeros 4 pesos que corresponden al MIR tienen como objetivo la recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores asalariados que perciben un ingreso mínimo general, mientras que los 3 pesos restantes responden al incremento que se hace año con año, de acuerdo a la inflación.
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Ante tal escenario, el secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Tijuana, Francisco Hernández Vera, dijo a ZETA que con tres o cuatro pesos que se aumenta al salario, no ajusta para nada.
“Lamentablemente la Comisión de Salarios Mínimos hemos dicho que se ha vuelto inoperante. Es un reflejo de un aparato que no tiene sentido. Por otro lado, la Confederación de Trabajadores de México propuso un salario mínimo de 100 pesos, el sector patronal manejaba una propuesta diferente de 89 pesos con 73 centavos, en esta línea consideramos que los 100 pesos alivianarían un poco el tema de la pobreza”, detalló.
El consultado recordó que según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), de tres a cuatro millones de mexicanos abandonarían la línea de pobreza con un salario mínimo aproximado a 100 pesos.
“Yo no sé con base a qué la CONASAMI hace ese criterio, porque el Artículo 123 determina que los salarios deben garantizar y satisfacer las necesidades de un jefe de familia. Indiscutiblemente la Comisión no es un reflejo de una política que vaya a darle un alivio al salario, tan castigado en los últimos años. Debería ser más consecutivo el salario y darle un alivio al sector sindical, estamos tratando de que esta solicitud de incremento salarial impacte a la inflación estimada del año próximo, que se refleje en el poder adquisitivo”.
— ¿Cómo califica este aumento?, se le preguntó.
“Lastimoso y no alcanza. Dos, tres pesos no alcanzan en absoluto para agarrar un camión de pasajeros que te transporte a tu casa. Es inadmisible, estaríamos buscando que en realidad se haga la justicia para que tengamos competitividad interna y fortaleza en la economía, porque si no gastas, entonces no tienes circulante. No deben hacer una revisión únicamente anual, sino que se hagan revisiones de emergencia”.
Cabe recordar que las revisiones del salario que hace la CONASAMI se basan en estimaciones oficiales de lo que aumentará la inflación para el año entrante.
Para el dirigente sindical, tal estimación no va acorde con la realidad, pues los precios son más elevados, con lo que no se satisface la demanda de una familia de cuatro personas para llevar una alimentación sana.
“Vas al mercado y no puedes comprar un galón de leche porque se te acaban los 73 pesos, cómo hablamos de una alimentación sana”, finalizó.
Por otro lado, la CONASAMI informó que los salarios mínimos profesionales tienen un aumento a partir del 1 de enero de 2017, de 3.9 por ciento.
El secretario general de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Javier Merino Duarte, expuso que no esperaban dicho aumento.
“Ahí tenemos el aumento de la canasta básica, inflación, el dólar que nos ha afectado demasiado sobre todo en la frontera. Esperábamos un aumento más acorde a la realidad, pues el deterioro del poder adquisitivo ha sido del 80% en los últimos diez años a la fecha, cuando menos se necesitaba un aumento del 15% para que pintara y no el 3%, como lo hicieron. Para que se haga realidad lo que han prometido los políticos”, resumió.
En Tijuana, con 80 pesos se puede comprar un kilo de tortillas de 14 pesos, un kilo de frijol de 20 pesos -dependiendo la marca- y un galón de leche por 59 pesos. Nada más.
Para el senador Ernesto Ruffo, el incremento al salario mínimo en el país simplemente es un asunto de valor nominal que declara la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, ya que no es remunerador.
“Simplemente es un índice que se ha utilizado como referencia para otro tipo de pagos y está más o menos relacionado con la inflación. El incremento está por debajo de la capacidad adquisitiva que se ocupa para realmente ser lo que se constituyó en un principio: satisfacer las necesidades de una familia”.
A consideración del panista, si bien en Baja California no se paga un salario mínimo, el sueldo es insuficiente; igual ocurre en el centro de la República.
