Durante la contingencia del fenómeno meteorológico “Javier”, autoridades federales detectaron a través de un censo que existen alrededor de 35 mil personas ubicadas en zonas de alto riesgo.
Lo anterior genera una fuerte preocupación, ya que con anterioridad se manejaban cifras que apenas alcanzaban las 25 mil, pero de acuerdo al nuevo censo y luego de revisar los daños provocados por las recientes lluvias, detectaron que el problema es mayúsculo y necesita pronta atención.
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Asimismo, el director federal de Estados y Municipios de Protección Civil, Leonardo González Neri, reconoció que es un tema que compete a todo el país, calificándolo como “desafortunado”.
“Desde luego que no solamente en Baja California Sur, sino en varias entidades del país, desafortunadamente los asentamientos irregulares se dan y a veces las autoridades no tienen el tiempo ni la capacidad para poder estar quitándolos conforme van ellos plantándose, de tal manera que se han establecido algunos programas”, manifestó.
Ante un número importante de personas ubicadas en zonas irregulares, el titular de las dependencia mencionó que la institución no cuenta con capacidad para erradicar el problema de raíz y rápidamente, pero dio a conocer que a través de algunas instituciones federales se establecen programas para atender el tema y darle una solución, antes de que esto se acreciente y provoque estragos como personas fallecidas por inundaciones o deslaves.
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“La propia Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) tiene un programa que paulatinamente y al grado de riesgo, se ha ido clasificando para llevarlo en conjunto con gobiernos estatales y municipales, porque desafortunadamente no nada más en cuerpos de agua, también en instalaciones de infraestructura petroleras; sabemos que hay gente que se ha instalado en esas inmediaciones”, afirmó el funcionario federal.
En la reciente contingencia de “Javier”, algunas personas susceptibles al fenómeno se mostraron renuentes a abandonar su patrimonio, por lo que fue necesario convencerlas y prácticamente obligarlas a ponerse a salvo, ya que a la fecha y de todas las edades, siguen creyendo que “no pasa nada” ante un fenómeno.
“Sobre todo les estábamos comentando que la seguridad está a cargo del Ejército y la Marina, para que resguardaran las zonas que iban abandonar, esto habla de que los sudcalifornianos están en una etapa de esta aceptación, de esta cultura de protección civil, sobre todo porque su territorio, porque en las condiciones geográficas, es susceptible de los fenómenos hidrometeorológicos”, señaló González Neri.
Pero algunos ciudadanos que habitan zonas de riesgo ya saben que hacer, como en la colonia Jericó, donde se muestran conscientes de las lluvias e inundaciones, y de cauces de arroyo que atraviesan la ciudad, como el arroyo La Fuente, que ya ha arrastrado vehículos.
“Cuando llueve mucho sube hasta acá el agua, todo esto se llena de agua y pues nos prevenimos, nos vamos a la casa de albergue. Encontramos todas las cosas remojadas allá adentro, pero hasta ahí”, dijo Armando Villaverde Acosta. Aunque en otra situación, Rosa María González, reconoció que “la casa está así como para adentro, en hoyo, se mete toda para adentro y le estuvimos poniendo un poco de tierra de este lado. A amarrar con alambre, poner algunas piedras, cortar los árboles”. A la fecha existen ciudadanos que prefieren pasar los estragos en sus casas, sin la conciencia de que esto podría costarles la vida.
En caso de presentarse una nueva contingencia, el Estado cuenta con 164 refugios temporales, con un total de mil 307 aulas en los cinco municipios.
