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miércoles, febrero 21, 2024
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Fraudulento rescate del Centro Histórico

En los últimos 10 años, el primer cuadro de La Paz ha agonizado. Hay 198 locales vacíos por el alto costo de la renta, que oscila entre 10 mil y 50 mil pesos.  El dinero destinado a obras de rescate en la administración anterior se esfumó de la cuenta bancaria de un fideicomiso para la construcción de una fuente danzante y la remodelación de 215 espacios comerciales

La Paz, Baja California Sur.- El 31 de diciembre de 2013, el XIV Ayuntamiento de La Paz abrió la cuenta número 0207568134 en Banorte, la cual formaba parte de un fideicomiso para la construcción de una fuente danzante  la remodelación de la fachada de 215 locales comerciales alrededor de la obra social y, según el proyecto, ese era el primer paso para arrancar y empujar el programa de rescate del llamado Centro Histórico de La Paz.


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La obra pública -de acuerdo al proyecto arquitectónico de cuatro hojas tamaño carta- pretendía ejecutarse en el Jardín Velazco, a un costo de 13 millones 350 mil pesos.

Las aportaciones económicas al fideicomiso serían las siguientes:

* 11 millones 400 pesos provenientes del Gobierno Federal, a través del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) de la Secretaría de Economía, lo que representaba el 82.40 por ciento del total de la obra.


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* Un millón 200 mil 165 pesos por parte del XIV Ayuntamiento de La Paz, esto es, una aportación del 8.99% del total.

* Un millón 149 mil 435 pesos de los comerciantes de la zona (8.61% del total).

El primero en entregar su parte fue el Gobierno de la República, en la cuenta especial de la Micro, Mediana y Pequeña Empresa, lo cual consta en un estado de cuenta obtenido por ZETA, con fecha de corte del 31 de diciembre de 2013, y donde aparece un saldo de 11 millones de pesos.

Sin embargo, hasta ese entonces ni el gobierno municipal ni los comerciantes beneficiados depositaron la aportación correspondiente a la cuenta del fideicomiso de este ambicioso proyecto que  pretendía rescatar del olvido al primer cuadro de la ciudad,  el cual prácticamente quedó abandonado a su suerte, después de la apertura de centros comerciales al sur, como Plaza La Paz, Plaza The Shoppes, Plaza Paseo, Plaza del Sur y Plaza Punto La Paz; así como la llegada de grandes cadenas comerciales como Soriana, Ley, Chedraui, Comercial Mexicana, Liverpool, Walmart y Aurrerá, las cuales disputan constantemente a los consumidores a través de campañas como “Julio Regalado”, “Chedraui Cuesta Menos” y “Mamá Lucha, la Campeona de los Precios Bajos”.

Bajo este crítico escenario, y a iniciativa de los comerciantes del primer cuadro de la ciudad, nació el programa del rescate del Centro Histórico de La Paz, pues desde hace aproximadamente una década quedaron prácticamente fuera de competencia. Desde entonces, requieren de una estrategia o programa para impulsar su relanzamiento y volverse a posicionar en el gusto de los consumidores. De tal suerte que el dinero depositado en la cuenta del fideicomiso para la construcción de la fuente danzante y la remodelación de 215 locales comerciales, en vez de llegar a la meta trazada e iniciar la ejecución del proyecto arquitectónico, comenzó a esfumarse, tal y como lo prueban cuatro estados de cuenta bancario en poder de ZETA, obtenidos en alrededor de seis meses de una investigación iniciada el 29 de junio de 2015.

 Los vendedores ambulantes se apoderaron del centro paceño.

Los vendedores ambulantes se apoderaron del centro paceño.

Los estados de cuenta bancarios reflejan los siguientes retiros:

* 6 millones de pesos el 15 de enero de 2014, a través del pago del cheque número 0000001, depositado en la cuenta 0150595272.

* 5 millones de pesos retirados del 17 al 31 de julio de 2014 en un sinnúmero de operaciones, sustrayendo cantidades de 50 mil, 100 mil, 200 mil, 350 mil y 400 mil pesos a través de transferencias a las cuentas bancarias 0885769601, 0883486856 y 0886957807.

Asimismo, la cuenta bancaria del fideicomiso registra los siguientes depósitos:

– 2 mil 905 pesos y 94 centavos el 31 de enero de 2014.

– Un millón 200 mil pesos en dos depósitos de 600 mil pesos el 18 de febrero de 2014, a través de los cheques 29 y 44 de la cuenta 0065504161941.

– Mil 850 pesos con 20 centavos el 28 de febrero de 2014.

– 800 mil pesos en dos depósitos de 400 mil pesos los días 18 y 21 de junio de 2014.

– 267 pesos con 72 centavos el día 31 de junio del mismo año.

Aunque no se sabe si los depósitos fueron hechos por los comerciantes y el XIV Ayuntamiento de La Paz, respecto de la parte que les tocaba entregar, al final y con fecha de corte 31 de julio de 2014, el saldo de la cuenta del fideicomiso de la construcción de la fuente danzante y la remodelación de los 215 locales, era de 0 pesos.

 

EL PROYECTO

A pesar de que el dinero desapareció, incluso la cuenta bancaria fue cerrada -según datos obtenidos por ZETA-, por lo que el proyecto de la fuente danzante y  la remodelación de locales no se consumó.

Durante un recorrido efectuado por este Semanario, el Jardín Velasco no fue tocado ni rehabilitado. Tan es así que las bancas del lugar permanecen despintadas, algunas dañadas en su estructura y algunos tramos del parque no tienen ni siquiera azulejos, inclusive las escaleras y el techo del kiosco central del parque registran afectaciones en la superficie.

La propia directora de ingresos de la Tesorería del XV Ayuntamiento de La Paz, Aída Araceli Rubio Herrera, confirmó que la obra no fue contratada y tenía un plazo de ejecución de 120 días.

No obstante, el gobierno encabezado por el alcalde de La Paz, Armando Martínez Vega, pretendió ocultar la información y proteger a los presuntos responsables de este fraude, con una evidente componenda con sus antecesores y ex alcaldes, Esthela de Jesús Ponce Beltrán y Francisco Javier Monroy Sánchez, en cuyos periodos desapareció el dinero del fideicomiso.

A partir de la nueva administración panista, el director general de Desarrollo Urbano y Ecología, Pedro Aguiñaga Bañales, y el tesorero Raúl Adrián Calderón Jordán, se habían negado a entregar el expediente técnico del proyecto a ZETA, solicitado a través del Instituto de Transparencia y Acceso a la Información Pública, bajo el argumento –según ellos- de que el tema estaba “bajo investigación” y debían “guardar la secrecía” de toda la información, en virtud de la auditoría forense.

Este Semanario promovió el procedimiento de revisión, bajo el número de expediente PR-I/033/2015. Así obtuvo del gobierno del alcalde paceño, Armando Martínez Vega, el expediente y toda la información requerida.

En su contestación oficial, Rubio Herrera aseguró que “la obra de rehabilitación de la fachada de los 215 locales comerciales fue ejecutada al 100%”, lo que de inmediato fue desmentido por los propios comerciantes, como el dueño de Muebles Colibrí, César Zúñiga, quien todavía recuerda que “hicieron una junta y hablaron muy bien del proyecto, y nos hicieron firmar, inclusive nos dieron una paleta de colores para que escogiéramos”, y a la fecha “no sabemos qué pasó con los recursos económicos”, los cuales “sabemos que se bajaron y tendrían que haber sido destinados a la remodelación de fachadas y la mentada fuente danzante.

“En mi caso, a mí me pintaron la fachada a medias, porque no fue completo, porque según no había más presupuesto”, expresó el consultado, cuyo negocio tiene 19 años en la Zona Centro, y el de sus padres, alrededor de 60 años.

¿Qué representaba para ustedes la fuente danzante?, preguntó ZETA.

“Bueno, obviamente iba a ser un atractivo visual y se supone que jalaría gente y generaría una convivencia familiar en la zona, y bueno, las familias, creemos empezarían a visitar negocios en el centro, porque es un atractivo todos los días del año”.

Durante un recorrido por reporteros en la zona, no se pudo apreciar algún tipo de arreglo en la fachada de los negocios que se supone deberían estar pintados del mismo color, así como los anuncios exteriores y señalización, que acorde con el expediente, debían ser de herrería y madera para dar a los locales “un valor patrimonial, colocando incluso datos históricos generales y de fecha de construcción en cada uno de los locales comerciales”.

En su respuesta a ZETA, la directora de ingresos de la tesorería del XV Ayuntamiento de La Paz, justificó no poder entregar la información del croquis de cómo quedaría la fuente danzante, ya que “la Dirección General de Desarrollo Económico Municipal de La Paz, no entregó la documentación, por no contar con ella”; solo anexó tres hojas tamaño carta completamente borrosas sobre cómo debieron haber quedado los locales remodelados.

 

LA AGONÍA

La llegada de grandes cadenas comerciales, a la par de la construcción de plazas al sur de La Paz, tomaron desprevenidos a los comerciantes del primer cuadro de la ciudad, poniendo en jaque sus negocios.

Los empresarios no tuvieron la visión de medir el tamaño del golpe y de tomar medidas inmediatas para contrarrestar la llegada de las cadenas comerciales y la apertura de nuevas plazas, hasta que poco a poco, fueron dándose cuenta de la reducción drástica de sus ventas, y de plano, muchos de ellos optaron por salir de la Zona Centro para establecerse en plazas comerciales o muy cerca de ellas.

Al día de hoy, y según la presidenta de la organización ¿Cómo Vamos La Paz?, Lucía Fraustro, el llamado Centro Histórico de La Paz vive su peor crisis en la historia.

Por un lado, un sinnúmero de locales abandonados con los cristales rotos, grafiteados y casi en ruinas en la primera planta, y en los segundos pisos, muchos edificios abandonados.

“Si tuviéramos algún plan o programa de cómo debe ser, o sea, el centro es un patrimonio urbano para cualquier ciudad, y desgraciadamente, todo mundo se ha enfocado en el mar para venderlo al turista, a pesar de tener edificios rescatables muy hermosos”, expuso.

Por otro lado, luce sucio, dañado en guarniciones y banquetas, a oscuras en algunas partes.

Desde el punto de vista de la representante de ¿Cómo Vamos La Paz?, el deterioro del Centro Histórico es constante y no hay señales de consumar su rescate. Por el contrario, cada vez es más evidente el abandono.

Por si fuera poco, en la noche se convierte en una gran cantina por la creciente mancha de bares, los cuales poco a poco han comenzado a ocupar el espacio de tiendas y comercios del antaño, y lo peor, es que la calle 16 de Septiembre es prácticamente una zona roja, donde mujeres y travestis ejercen la prostitución, bajo el amparo de las autoridades que justifican su incompetencia, bajo el argumento de la “falta de empleo”.

Además, los pocos comercios que sobreviven en el primer cuadro de la ciudad, tienen que lidiar con el comercio informal, el cual se ha adueñado de las banquetas de las principales calles de la Zona Centro.

Comerciantes establecidos como Cesar Zúñiga, lamentan que “es una pena en las condiciones en que actualmente se encuentra el centro respecto al ambulantaje. Lo más correcto sería que se aplicara el reglamento, porque habla de los puestos semifijos, de que terminas tu jornada y te vas, y no es lo que está sucediendo, ya que está repleto de puestos de alambre, lámina y madera, y los dejan ahí todos los días del año; y lo más grave es que están siendo solapados hasta por la Comisión Federal de Electricidad, porque hasta medidor de luz tienen en sus estructuras”, expresó tajante.

Peor aún, sobre algunas calles incluso fueron colocados puestos con remolque, que ocupan cajones de estacionamientos y desde ahí venden, sin pagar siquiera un estacionamiento exclusivo, de perdida para despistar. “¿Cómo es posible?”, cuestiona el comerciante.

Durante esta investigación, ZETA, hizo un recuento de locales comerciales vacíos en lo que es considerado el Centro Histórico, que va desde el antiguo Muelle Fiscal, sube por la calle Agustín Arreola, dobla por Mutualismo y 16 de Septiembre, gira por Aquiles Serdán hasta Morelos para continuar por Madero hasta 5 de Mayo y bajar al Malecón Costero paceño.

La revisión fue en 44 calles distribuidas a lo largo y ancho de las 11 manzanas del Centro Histórico -según la inscripción del registro de la documentación del archivo histórico de Pablo L. Martínez-, arrojando un total de 198 locales comerciales vacíos en extensiones que van de los 8 hasta los 400 metros cuadrados, de los cuales 158 son de tamaño chico y mediano, y 40 de gran tamaño.

Las rentas en estos locales, en el caso de los chicos y medianos, oscila entre los 10 mil y 20 mil pesos mensuales, y los grandes, entre 20 mil y 50 mil por mes.

Tomando en cuenta esas cifras -y según un promedio en punto intermedio elaborado por un contador a petición de ZETA- los dueños de los locales vacíos, por la migración de comerciantes a otras zonas de la ciudad, dejaron de percibir un ingreso de 3 millones 370 mil pesos mensuales, esto es, 40 millones 440 mil pesos al año.

De esa dimensión es el golpe económico solo en renta de locales comerciales, aunado al cierre de empresas y pérdida de empleos que cada día se va agravando.

 

LAS OPINIONES

En la migración de comerciantes justamente influye el alto costo en las rentas, ya que -según el comerciante César Zúñiga- “muchos de los locales son de otros compañeros comerciantes que hicieron dinero, cuando tuvieron su buena época, y ahora no quieren contribuir en el proceso de recuperación de la Zona Centro”, porque prefieren que sus locales estén vacíos que bajar el precio del arrendamiento.

Citó como ejemplo a un emprendedor que quiso negociar la renta de un local vacío por el cual estaba interesado, y el costo era de 15 mil pesos. Entonces el interesado ofreció pagar 10 mil pesos porque era el presupuesto que tenía, y el propietario se negó a rentar el local.

Como ese caso existen muchos, pero desafortunadamente no ha avanzado porque los locales son propiedad privada, y cada quien fija el precio que considera justo.

La presidenta de la organización ¿Cómo Vamos La Paz? reconoció el intento del rescate por parte de la nueva administración municipal, la cual está iniciando una limpia de la imagen urbana del centro, retirando a algunos vendedores ambulantes, lo que es considerado como “el primer paso”.

“En las administraciones anteriores no hubo voluntad, fuerza y gobernabilidad que permitiera quitar a los vendedores ambulantes del primer cuadro de la ciudad”, dijo Fraustro, para concluir que “actualmente se está revisando el Reglamento de Imagen Urbana y el Uso de los Espacios Públicos”, a fin de brindar los primeros resultados en las próximas semanas.

 

Autor(a)

Antonio Cervantes
Antonio Cervantes
Antonio Cervantes Antonio Cervantes Antonio T 42 antonio@zetatijuana.com
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