En distintos puntos de la república mexicana, hay hombres y mujeres que buscan afanosamente a seres queridos que han desaparecido. Los impulsa su deseo de encontrar sus restos para “darles cristiana y digna sepultura”. Tienen la corazonada que no los encontrarán vivos.
La fuerza republicana y el ser esposa de Bill Clinton, dieron la derrota y lastre final a la señora Hillary Clinton, cuando quiso ser presidenta del país de las 13 colonias, de las barras y las estrellas.
¿Quién liquida los daños que causan en los aparatos domésticos? La paraestatal no admite su culpa. ¿Qué camino dejan a los consumidores? Por ahora están en pie de lucha, protestarán, buscarán la forma de hacerse escuchar.
Vivir en Baja California debería ser un compromiso de vida para actuar de la mejor manera posible, buscando el bien propio y de la familia, y viendo por la tranquilidad y el desarrollo comunitario.
En conclusión, no debemos olvidar jamás lo que pasó con el autoritarismo en América Latina con gobiernos de Chile (dictadura de Pinochet), Argentina (Videla), México (Partido Revolucionario Institucional), por citar algunos.
Ya se sabe que para él, “la Ley no es la Ley”, y asuntos que no le gustan, para pronto ensaliva su lápiz y escribe un decreto para cambiar la Constitución (lo apoyan sus genuflexos en el Congreso y estados).
El delincuente público y los mismos funcionarios se pasan la ley por el arco del triunfo. El primero arrebata al débil o lo que está mal puesto, porque quiere o piensa que lo necesita.
Los emigrantes en Estados Unidos envían 70 mil millones de dólares al año a México. Generalmente lo polvorean por todo el país, pues tienen parientes, sobre todo padres y hermanos a los que apoyan sin cesar.
Aparte están resurgiendo los nacionalismos extremistas en contra de la mezcla de culturas y que hablan del gran desplazamiento que los blancos están experimentando por culpa de la inmigración, según sus declaraciones.
Para quienes hemos vivido muchos años, resulta sorprendente cómo al paso del tiempo se han ido dejando en manos “del gobierno” muchas antiguas responsabilidades.