Ni por asomo pensé algún día comentar acerca de las corcholatas, y menos para decir que se trata de sendos aspirantes a la presidencia del país por el partido gobernante que andan desatados, contraviniendo la Ley, en campaña prematura, pero con la “bendición” y la aprobación del mismo Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Una mala costumbre de los gobernantes mexicanos es responsabilizar a las administraciones pasadas de los pobres resultados de los gobiernos presentes. Si bien esta situación no es nueva, se agudizó en los últimos años.
La complicidad, el apoyo mutuo, el respeto y la comunicación son algunos de los factores que forman parte de este tipo de relaciones. Y, a pesar de lo que muchos piensan, una relación madura no tiene por qué perder la magia. Lo primero que han de asumir es que las relaciones de pareja perfectas no existen ni en sueños.
El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Gobierno y Municipios del Estado de Baja California (Issstecali), es un claro ejemplo de cómo la mala administración y el saqueo constante e impune de gobernantes y funcionarios, puede hundir a una institución en una grave crisis económica y de servicios habiendo sido antes modelo en servicio y atención.
Mis padres con mis hermanos y hermanas llegaron a Tijuana hace 70 años... y ya no se fueron. Mi padre, militar, fue destacado en El Ciprés, y mi madre con su prole se quedó en esta ciudad de la que, como familia, ya no se movieron.
Todos los miserables cuervos de la burguesía graznan en el mismo tenor. Culpan, todos ellos, a los “traficantes de indocumentados”. Siempre en estos casos los guías de personas que tratan de internarse en Estados Unidos para ir a ofrecer su fuerza de trabajo son usados como cabeza de turco.
Siempre las personas tóxicas han existido; las relaciones tóxicas también, solo que ahora está de moda tratarlas: la normalización de conductas negativas que pueden llevar a confundir el cariño con la falta de límites o de respeto, la protección con el control, el perdón con la justificación y el amor con la dependencia evidencian que algo falla.
Los trabajadores indígenas seguimos olvidados: no tenemos derechos, condición humana; somos ninguneados. A pesar de que AMLO inició labores en el Instituto Nacional Indigenista, y que está enamorado de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, etc., en SQ son más discursos que obras; es un territorio de nuevos esclavos.
El Estado de Nuevo León, en México, ha sido identificado como uno de los Estados en los que existe más violencia de género y feminicidios, mismos que se han incrementado; los casos -como en el resto del país- han quedado sin respuesta alguna.