Hace algún tiempo, el jefe del Ejecutivo dijo no estar de acuerdo que la situación económica del país sea medida a través del indicador denominado Producto Interno Bruto, aduciendo que ese indicador no refleja la realidad; y en su lugar propuso utilizar el nivel o grado de felicidad.
El otro déficit es de tipo político. Marcelo Ebrard nos queda a deber. Se trata de aquel político que muy joven se desarrolló acompañando al ya ausente Manuel Camacho Solís.
Al interior, las actividades primarias registraron un crecimiento anual de 3.2 por ciento, las secundarias de 3.7 por ciento, y las terciarias de 4.5 por ciento.