San José superó mis expectativas. Varias cosas me sorprendieron. Cada voz fue una grata experiencia y vasto aprendizaje. La primera fue la recepción que me dio Juan Pablo, el conductor que me trasladó del aeropuerto al hotel: “¡Bienvenido al país más caro de Latinoamérica!”.
Dicen que no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue. Así, el próximo domingo 2 de junio habrá de llevarse a cabo la jornada electoral mediante la cual decidiremos quién será la o el próximo Presidente de México, senadores, diputados federales, diputados locales, presidentes municipales, síndicos, regidores y gobernadores, en algunos casos.
La actividad política no es la excepción. Simular que se hace, cuando realmente no se hace nada, es más común de lo que imaginamos y deseamos. Casi pareciera un requisito para participar en la vida pública de nuestros días.
A diferencia de sus mentores, Aristóteles fue un filósofo pragmático. Sus estudios fueron desde la biología y la lógica hasta la ciencia política y la medicina. De la genialidad de Aristóteles surgió el concepto de “Zoon politikon”, el cual se traduce literalmente como: “animal político”.
La frase “A mí me hubiera gustado ser militar de carrera y no a la carrera”, se le atribuye a don Porfirio Díaz. Sí, el general que más tiempo ocupó la Presidencia de la República fue un miembro de las fuerzas castrenses que, a diferencia de su hermano Félix, no estudió en el Heroico Colegio Militar, sino que obtuvo sus ascensos como resultado de sus conquistas en la batalla.
Dicen que nadie es profeta en su propia tierra, sin embargo, como orgulloso tijuanense que soy, bien vale la pena hablar de lo bonita que es mi tierra, la tierra de todos. Tijuana es una ciudad que cumplirá 135 años el próximo 11 de julio, y que, como municipio, alcanzó siete décadas el 1 de marzo pasado.
Soy un convencido de que ni los candidatos, ni los partidos, ni la autoridad electoral tendrán un impacto favorable en la promoción del ejercicio concienzudo del voto.
En resumidas cuentas, Stalin accedió al poder y lo aprovechó para llevar a la URSS de la producción agrícola colectiva a la industrialización. Estableció planes quinquenales ideados para eliminar la hambruna en las zonas menos favorecidas de aquel país.
Andrés Manuel sabe de historia y sabe cómo distorsionarla, sabe cómo ser parcial. Así, vanaglorió a Lázaro Cárdenas, un personaje que transitó sin pena ni gloria por la lucha revolucionaria de inicios del siglo XX; aun así, lo equiparó con Flores Magón, Francisco Villa, Emiliano Zapata, y Francisco I. Madero.
La soberbia es, pues, todo lo opuesto a la “humildad”. Una bien llamada virtud que consiste “en el (re)conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento”. Algo que para los pseudopolíticos, resulta ajeno y que debería de ser una obligación, pues, al final, la naturaleza de la política radica en la colectividad.