Dicen que no hay plazo que no se cumpla ni fecha que no se llegue. Así, el próximo domingo 2 de junio habrá de llevarse a cabo la jornada electoral mediante la cual decidiremos quién será la o el próximo Presidente de México, senadores, diputados federales, diputados locales, presidentes municipales, síndicos, regidores y gobernadores, en algunos casos.
Tanto la panista Xóchitl Gálvez como la AMLO-morenista Claudia Sheinbaum, predican independencia, libertad y soberanía, pero los hechos -los irrefutables hechos, como decía el gran Lenin- nos muestran que esa retórica es pura verborrea patriotera para cautivar a inocentes. Tanto una como la otra son unas despreciables vendepatrias. A ultranza.
De obtener el triunfo, Claudia Shenbaum, prevalecería “una actitud peligrosamente antidemocrática y de sometimiento a las decisiones de quien hoy gobierna”, estimo el ex gobernador de Morelos
Don Manuel Pérez Gil González, primer obispo de Mexicali (1966-84), siendo secretario de la CEM, en la toma de posesión 1988 del presidente Carlos Salinas, invitados, expresó a los comunicadores que “Los obispos no venimos a legitimar ningún gobierno, un gobierno se legitima por su obras”.