Gran Bretaña necesitaba un pueblo fiel al Imperio y enemigo del mundo árabe. Con la famosa “enmienda Balfour”, ¡daba el permiso! a la diáspora judía de establecerse en Palestina. Cual caballo de Troya Israel galopa hasta la fecha y cumple con la encomienda de fidelidad al imperio.
Nosotros, los marxista-leninista-stalinistas, siempre estaremos del lado del heroico pueblo de Palestina. Y siempre combatiremos, por todos los medios posibles (no solo de palabra), al Estado israelí, feroz perro del imperialismo norteamericano.