En repetidas ocasiones, mi papá me ha contado de esos tiempos pre 9/11 en que ingresar a Estados Unidos por la garita era mera cuestión de un permiso local, como paseos escolares o trabajo de chofer. También de que no todos los polleros era como se pinta en la actualidad, pues muchos de los que cruzaban ilegalmente era por la puerta principal, sólo que con camuflaje.
Luego de dos días detenido con más de un millón de pesos, miles de dólares y documentos con una relación de transacciones, el juez Óscar Saúl Cortés otorgó su libertad y sigue trabajando en el INM.