La formalización de los procedimientos y la esperanza de obtener resoluciones favorables, llevó a una excesiva carga de casos en que se reclama justicia, saturando el aparato judicial y retardando las sentencias definitivas.
El primer consejo directivo del Colegio de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Baja California, que se instaló el 27 de enero de 1993, estuvo constituido por el Dr. Gustavo Salazar Fernández, en aquel entonces también director del Servicio Médico Forense en el Partido Judicial de Tijuana