En diez días espera el doctor Alonso Pérez Rico, secretario de Salud del Estado, conocer las afectaciones que dejó la celebración de Baja Beach Fest en Rosarito, durante los dos últimos fines de semana, cuando miles de personas se habrán reunido para escuchar música en vivo.
Aunque las redes sociales son relativamente nuevas, en México no habíamos sido testigos de una amenaza tan brutal y directa por parte de un cártel de las drogas a medios de comunicación y periodistas.
Esta semana, Marina del Pilar Ávila Olmeda, la triunfadora de la elección estatal del 6 de junio, se erigió como la gobernadora electa que es. Le mostró, tanto en el Congreso del Estado, como en los ayuntamientos y en el gabinete federal, el músculo político que está ejercitando al todavía mandatario en funciones, Jaime Bonilla Valdez.
El gobernador Jaime Bonilla Valdez sólo tuvo dos años de gobierno. Así estaba determinado por la Constitución local. Aunque él, los diputados locales del PAN, los de Morena y sus aliados, hayan querido pasar por encima de la Ley (Catalino Zavala, de hecho, le tomó posesión por cinco años), al final, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que la Ley Bonilla era una violación y un fraude a la Constitución, y el ansiado quinquenio quedó en bienio.
El miércoles 21 de julio, en el Hospital General de Tijuana estaban internados 18 pacientes contagiados con el nuevo coronavirus. Dos fueron dados de alta, uno fue aislado y otro falleció.
Marina del Pilar Ávila Olmeda, quien tomará posesión como gobernadora de Baja California el 1 de noviembre de 2021, recibirá unas finanzas públicas bastante afectadas, minadas y escasas, por parte de la administración que concluirá el 31 de octubre, a cargo de Jaime Bonilla Valdez, gobernador por dos años.
Como en la mejor época priista, el Presidente de la República, ya tiene, ya convocó y ya hizo pública, la lista de aquellos -según su perspectiva y querencia- que podrían sucederlo en la Silla del Águila en la elección de 2024.
Frente a los bajacalifornianos que tuvieron la oportunidad de atestiguar los distintos actos políticos de gobierno que tuvo el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el fin de semana anterior, el gobernador Jaime Bonilla Valdez le dijo falsedades.
Hace unos días, empezó a filtrar información a medios de comunicación y hacer llegar cebollazos (notas a favor) en los medios de comunicación que desde el Gobierno del Estado controlan. Por ejemplo, en el periódico El Mexicano, apareció una fotografía, muy a modo, por cierto, de Amador Rodríguez Lozano, con el texto: Podría ser el próximo secretario general de Gobierno de Tijuana. Nada qué ver.
Jorge Hank quiso apelar a la mala memoria de los electores bajacalifornianos. A que no lo relacionaran con el asesinato de Héctor Félix, porque sucedió hace 33 años, o con el homicidio de su nuera, Angélica María Muñoz Cervantes, porque la mataron hace 12 años. O pretender ignorar el hecho de haber sido detenido por acopio de armas en 2011. O investigado en la década de los noventa por el gobierno de Estados Unidos por narcotráfico y crimen organizado.