Argumentó que buscaría la contrarreforma constitucional, porque, según él, las iniciativas “neoliberales” pretendían destruir a la CFE y dar “más privilegios para empresas particulares, como Iberdrola”.
Expuso que de dicha reforma se debían desprender las leyes específicas, o las secundarias, “para garantizar, si se aprueba, el mandato constitucional”.