Un amigo dice a otro:
– No sé lo que me pasa. Me gustan todas las mujeres… menos la mía.
“No te preocupes, a mí me pasa igual. Me gustan todas las mujeres, ¡menos la tuya!”.
Autor: Mujer soltera.
Un padre entró en la habitación de su hija y encontró una carta sobre la cama. Con la peor de las premoniciones la leyó, mientras le temblaban las manos:
Dos amigos se encuentran en un bar:
— Fíjate, Juan, que me acabo de convencer de lo útil que es el cubre bocas.
“¿Ah sí? Te lo explicó un médico, o cómo está eso.
— Para nada. Ayer salí con Fernanda, la chamacona de la tienda de la esquina, íbamos bien abrazaditos cuando me topé con mi esposa.
“¡¡¡¿Y…?!!!”.
— ¡Pues con el cubre bocas puesto, no me reconoció!
Autor: Ciudadano sin sana distancia.
— No me importa si eres fría conmigo. Así te amo.
“Alejandro, ¿estás hablando con la caguama?”.
—¡Tú cállate!
Autor: Ex marido.
Alumnos
Este es un correo escrito por...
— Amor, ¿estoy gorda?
“No, amor, para nada”.
— Dímelo al oído…
“Amor, no estás gorda”.
— Dímelo en el otro oído.
“¿Neta, me vas a hacer dar tooooooda la vuelta?”.
Autor: Un flaco sangrón.
EXISTEN TRES PRUEBAS DE QUE JESÚS ERA JUDÍO:
Trabajó en el negocio de su padre.
Vivió en su casa hasta los 33 años.
Estaba seguro de que su madre era virgen, y su madre estaba segura de que él era Dios.