La consulta del próximo 1 de agosto, que espera la participación de 2 millones 916 mil 017 bajacalifornianos, y costará 528 millones de pesos en todo el país, tiene varios inconvenientes. De entrada, no preguntará lo que realmente quería el Presidente Andrés Manuel López Obrador: si los mexicanos están de acuerdo en investigar y juzgar a los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Eva María Viridiana Soria Amador, directora general del recién creado Servicio de Administración Tributaria de Baja California (SAT BC), fue denunciada penalmente por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) ante la Fiscalía General de la República por estar presuntamente coludida en una red de corrupción aduanal, cuando fungía como administradora de la Aduana de Tijuana.
El Cabildo de Tijuana no tiene la menor intención en convocar a una sesión para abordar el préstamo que el gobierno de Jaime Bonilla Valdez solicita a la ciudad por 380 millones de pesos, recurso que sería retirado de las participaciones federales para ser entregado a la administración estatal.
Si por algo se ha distinguido la XXIII Legislatura local, es por la mayoría morenista, por aprobarle cuanta iniciativa envía el gobernador, y por cerrar el Congreso del Estado durante más de un año, pretextando la pandemia por el nuevo coronavirus.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) suspendió a 82 contribuyentes de Padrón de Importadores, el Padrón de Importadores de Sectores Específicos y el Padrón de Exportadores del Sectorial.
El miércoles 21 de julio, en el Hospital General de Tijuana estaban internados 18 pacientes contagiados con el nuevo coronavirus. Dos fueron dados de alta, uno fue aislado y otro falleció.
Como he señalado en otras ocasiones en este espacio, la colaboración y la cooperación entre las Entidades de Fiscalización Superior y los distintos organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas y las instancias que la integran, es trascendental para fortalecer a las EFS a través de la creación de capacidades, entre otros aspectos.
Durante los peores meses de contagios de COVID-19 en el Hospital General de Tijuana, cuando el Gobierno del Estado lo tenía en el abandono (situación que persiste a la fecha) de medicamentos, insumos y suficientes médicos especialistas para atender a cientos de pacientes diariamente, un médico intensivista y neumólogo de la Universidad de California en San Diego, fue de gran apoyo para los médicos tijuanenses.