Recientemente tuve el honor de estar dentro de las instalaciones de la Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”: pisar y caminar por los pasillos, y entrar al centro deportivo de tan prestigiado centro de estudios.
Los pútridos restos del que fuera un glorioso ejército revolucionario de paupérrimos campesinos, cada día que pasa más se hunden en el fétido pantano en el cual chapotean desde hace tiempo.
Fue un 28 de noviembre de 1993 cuando fue destapado el c. y Lic. Luis Donald Colosio Murrieta. Después llegó el cumpleaños número 65 del partido tricolor, nacido en 1929, y Luis Donaldo hizo redactar ese único e histórico discurso que pronunciara, siendo el orador de tan acertado contenido aquel 6 de marzo de 1994. Luego, ya en campaña, se presentaron dudas y contradicciones salinistas, de retirarlo como abanderado priista y meter a Manuel Camacho Solís.
Los pútridos restos del que fuera un glorioso ejército revolucionario de paupérrimos campesinos, cada día que pasa más se hunden en el fétido pantano en el cual chapotean desde hace tiempo.
La bandera política que enarbola la 4T, de reducir pensiones y salarios a los Maestros de Baja California, que somos un aproximado de 50 mil (entre Maestros federales y estatales), ha provocado crisis emocionales y hasta quitado el sueño a más de uno.
A nuestros hermanos migrantes de Centroamérica, Haití, África, México y de otros países que permanecen, desde el mes de febrero pasado, en el Plantón-Campamento de la garita El Chaparral, en la ciudad de Tijuana, les decimos:
¡Pobre de mi peso! Tan devaluado.
Desde que nací a la fecha,
gobierno tras gobierno lo han castigado:
no sabe caminar ni por la izquierda,
mucho menos por la derecha o el centro.
Igual que en la lejana Japón, en los barcos pescadores chinos, en la barbarie caza de aleta de tiburón, acá en el noroeste tienen nula protección a la fauna marina costera (dígase lobo marino, foca de la especie mamífera llamada pinnípedos).