“Desde 1980 a 2025 son 45 años”, así dijo un extranjero ilegal en Valle de San Fernando California, trabajador de “file” campo de cultivo, a quien entrevistó Telemundo canal 48 de San Diego, “aquí trabajando, no hay de otra para mandar dinero al sur. ¡No hay más!” comentó susodicho trabajador en la entrevista realizada.
Pasó en 1986 a 1988 cuando se implementó la ley Simpson Rodino y la ley Simpson Mazzoli, los famosos nodinos. Fueron 45 años de ilegalidad en los que estuvo el trabajador que fue entrevistado, dado por no haber arreglado papeles, no tenía permiso temporal y tampoco había contraído matrimonio con alguna ciudadana, de esa forma podría haber obtenido sus papeles.
Como es el caso de este jornalero, hay miles de extranjeros que pasan bastantes años sin poner en orden los papeles que se requieren para anular su ilegalidad en el país de las barras y las estrellas, el país de los matrimonios express, del beso sin amor, de la firma comprada, el país que engañan cruelmente, el país del sueño americano, a base del matrimonio interesado, etc. Miles saldrán deportados con una mano atrás y otra adelante, sin futuro, sin dinero y derrotados por el atraso que provoca la desidia de muchos mexicanos que desean permanecer intactos en el país anglosajón. Esta historia es repetida por miles de indocumentados que gracias el mandato de Donald Trump, hubo un cambio de panorama para los que no tienen en orden sus papeles.
Es cierto que ya no ha habido leyes que amparen la legalización de los extranjeros, recordemos que, en la década de los 80s, con la ley de Mazzoli-Rodino, muchos de los extranjeros que llegaban a USA, compraban papeles falsos para una estancia que los mantuviera dentro de lo legal, ya sea para domicilios, patrones, empresas, etc. No se ve hoy en día una ley que ofrezca una legalización para los emigrantes que deseen ir más allá de la frontera, algo que mantenga tranquilos a los extranjeros, tanto en ánimo como en mente.
La desidia es la cura de ello, el tiempo no aprovechado hizo que varios no tuvieran a tiempo lo requerido para la estancia en el país. ¿Oportunidad? ¿Leyes tardías? El no hablar inglés, el estar soltero o soltera, son causas que hacen que no pudieran residir miles y miles de ilegales en Estados Unidos.
El sueño americano es el deseo que todo extranjero quiere vivir en carne propia, pero si no se arregló los documentos y credenciales necesarios, a esos extranjeros les espera una deportación con un trato poco amble. Esos emigrantes que vienen de países expulsores hacia el país de las supuestas oportunidades, corren el riesgo de dejar atrás su vivienda, esposa, hijos, bienes, trabajo, su vida por completo, todo por darle abertura a la desidia que tantos estragos puede ocasionar en los emigrantes que deciden aventurarse sin sus papeles arreglados, lo que ocasiona que terminen con un par de esposas en las muñecas. Esto es una realidad, una muy triste.
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Atentamente,
Leopoldo Duran Ramírez.
Tijuana, B.C.