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lunes, febrero 17, 2025
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La “4T”: rancio chovinismo de vendepatrias

“El gobierno del Estado capitalista contemporáneo no es más que una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa”.

-Carlos Marx. Manifiesto del Partido Comunista (1848. P.32).

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Es enteramente falso que nuestra patria sea un Estado libre, independiente y soberano. Esa descomunal mentira es pura cháchara de los politicastros vendepatrias de la “4T”. Ni ayer con los autócratas del PRI o del PAN, ni ahora con los sátrapas morenistas que detentan el poder, nunca nuestra patria ha sido libre, ni independiente, ni soberana. Aquí en nuestro país imperios e imperialismos han sentado sus reales. Y todos los gobiernos han sido unos rastreros que le han lamido las botas a los opresores extranjeros. Hasta la fecha.

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Esa palabrería patriotera de la que Sheinbaum hace alarde y que ha sido difundida con insistencia y de forma masiva en los recientes días -tras los aspavientos del hitleriano Donald Trump- por los reaccionarios portavoces de la burguesía (televisión, radios, periódicos, etc.) es reaccionaria bazofia.

Que Sheinbaum y su banda prosigan desgañitándose, y que se envuelvan en el lienzo tricolor en el que antes se enrollaban los sátrapas priistas y panistas. Los obreros conscientes y todo mexicano reflexivo no se tragarán esa píldora. Ese retrógrado veneno chovinista.

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El gran Lenin tiene razón: “No se puede defender a la patria de otro modo más que luchando por todos los medios revolucionarios contra los terratenientes y contra los capitalistas de la propia patria, es decir, contra los peores enemigos de nuestra patria”.

¿Tiene algo de patriotismo el reptar ante los todopoderosos inversionistas extranjeros y fungir como sus capataces?

México es en realidad un enclave militarizado del imperialismo. Del norteamericano en primer lugar, pero también del español, del sudcoreano, del chino, del canadiense, etcétera. No son los serviles administradores de las empresas “transnacionales” los que mandan (como trata de hacer creer la prensa vendida), sino los oligarcas dueños de los medios de producción, esto es, de los todopoderosos monopolios. En otras palabras, son los trust internacionales (Chevron, Nestlé, Toyota, Ford, veg-all, Tyson, Monsanto, Mattel, Kia, Nissan, etcétera) quienes dictan la línea política que deben implementar sus lacayos coloniales que administran el aparato gubernamental. Asimismo, tanto el CCE, la COPARMEX y otros de igual pelambre, no son sino camarillas gerenciales de los colosales monopolios, es decir, de los inversionistas-imperialistas extranjeros. Como los que señalamos líneas arriba.

Patente es el hecho de que la clase rica mexicana no cuenta con un potencial económico propio. La industria capitalista nacional es inexistente. Todas las maquiladoras, ensambladoras, la industria minera, pesquera, etcétera, pertenecen a diferentes firmas extranjeras. Es la oligarquía financiera internacional la que fija el quehacer económico y político en el país.

Esa es la razón por la cual siempre hemos asegurado que el difundido tema de los aranceles de Trump ha sido pura hojarasca. Es un hecho irrefutable, en ningún país del mundo los grandes magnates pagan impuestos. De ningún tipo. Los lacayos nunca van a desvalijar a sus amos. Al contrario, los “rescatan” cuando sus empresas “naufragan”. Verbigracia, las “nacionalizaciones” de la española Iberdrola y la japonesa Mitsubishi.

Todos los dictadorzuelos coloniales, de forma sumisa y meliflua, reciben con los brazos abiertos a los dráculas inversionistas extranjeros. El “nearshoring” es prueba patente. Plantas maquiladoras golondrinas que han abandonado el nido asiático, europeo, etcétera, para venirse a acomodar en nuestro país. Riñen entre sí los vendepatrias por ser los elegidos por los carteles financieros. Por ejemplo, TESLA de Elon Musk, arrebatados de contento andaban los sátrapas de Nuevo León cuando el oligarca anuncio la instalación, en Monterrey, de una de sus plantas trituradoras de esclavos asalariados.

¿Qué exporta la clase rica de una colonia a las metrópolis imperialistas? Nada que sea de ellos. Exporta la plusvalía extraída a la juventud proletaria. Plusvalía de la cual se apropian los inversionistas.

El desempeño de todos los lugartenientes de los innumerables Elon Musk es la de mantener dominada a la clase obrera (el 90 por ciento de la población) para que no se organice ni haga huelgas. Para que no reclame aumento salarial ni reducción de la jornada de trabajo. Pero primordialmente para que estrangulen todo intento de sublevación revolucionaria que los libere del yugo.

Para los marxista-leninistas está claro como la luz meridiana que lo único que exporta un enclave es la plusvalía que le esquilman al proletariado. Es decir, el plusvalor que el obrero le agrega a la materia prima. Sudor y sangre que los explotadores le estrujan al trabajador sometiéndolo a largas y agotadoras jornadas (12 horas diarias en numerosas fábricas) que quebrantan su salud y lo llevan a la tumba prematuramente. El obrero no trabaja para vivir, sino que vive para trabajar, para ser explotado y para generar riqueza ajena. Para acrecentar el poder de la clase social que lo oprime.

Prosigamos. Tanto los aspavientos, del orangután de la Casa Blanca, sobre los aranceles y las deportaciones han sido solo un miserable show. Uno se pregunta: ¿se trata de una acción concertada entre el amo de la metrópoli y el lacayo del protectorado?, ¿un distractor? No lo dudamos. De reconocidos criminales solo se puede esperar lo peor para los pueblos.

Los alardes patrioteros de Sheinbaum y compinches ya el pueblo los ha escuchado antes. Tanto de los sátrapas priistas como de los panistas. Repugnantes peroratas que en nada se diferencian de los que pronunciaban López Portillo y Fox.

El imperialismo norteamericano no va a expulsar a millonadas. Necesita a los proletarios “indocumentados” para mantener bajos los sueldos y altas las ganancias de la patronal. Caso contrario al faltar la mano de obra “ilegal”, causado por las deportaciones, los explotadores se verían forzados a aumentar los salarios para reclutar al obrero anglosajón para que ocupe las vacantes lo cual reduciría sus ganancias. En otras palabras, la demanda de esclavos asalariados superaría a la oferta de éstos. Y, subiría el precio de la mano de obra, es decir, los salarios, como indicamos antes. La ley de la oferta y la demanda se impondría inexorablemente.

Innegable es el hecho de que la pugna tácita entre obreros “ilegales” y anglosajones por los puestos de trabajo redunda únicamente en beneficio de los explotadores. Masa de esclavos asalariados, instrumentos ciegos de la patronal yankee, quienes al ofertar su fuerza de trabajo a precio más barato obligan al obrero gringo a aceptar la reducción de su anterior sueldo para no ser desplazado por el trabajador mexicano. Rivalidad entre hermanos de clase propiciada por el sistema capitalista que arroja al obrero anglo al nivel de pauperismo en que yace el trabajador “ilegal”.

Esos esclavos contemporáneos que se alquilan por salarios miserables son los “héroes” de la autocracia morenista. “Héroes” desterrados de su patria, que son explotados hasta los tuétanos y que sobreviven amontonados en decrépitos tugurios.

Los explotadores yankees no prefieren a los “indocumentados” por ser “muy trabajadores”, como pregona Sheinbaum, sino porque son esclavos muy baratos. Predicar, que los obreros mexicanos son “los mejores del mundo”, como vocifera la sátrapa de la “4T”, es una mentira del tamaño de una montaña. Los obreros “indocumentados” en Estados Unidos (EE.UU.) son los proletarios más explotados y los peor pagados. Ningún trabajador natural de EE.UU. está deseoso de trabajar bajo esas horrorosas condiciones en que laboran los “ilegales”. Y, a esos trabajadores que rechazan esa clase de trabajos la burguesía los señala como holgazanes.

Algo parecido ha estado sucediendo en nuestro país, en las últimas décadas. Miles de haitianos, hondureños, salvadoreños, etc. que viven en insalubres cuarterías se alquilan por raquíticos salarios para no morirse de hambre. Sueldos peores que los que percibe el obrero mexicano. Sin embargo, para el hipócrita régimen de la “4T” los paupérrimos trabajadores centroamericanos y sudamericanos no son “héroes”. Son esos obreros desempleados unas alimañas a los cuales hay que deportar a sus respectivos países. De inmediato. ¿Dónde quedo aquel ofrecimiento que en 2018 y 2019 el gobierno morenista les hizo a los migrantes de las caravanas para residir y trabajar en México? ¿Por qué no les entregaron los susodichos permisos que les prometieron? Ahora en lugar de permisos miles de guachos de la “Guardia Nazional” y kaibiles del INAMI persiguen, reprimen y asesinan a las masas de migrantes. A la basura fue a parar aquella frase demagógica de “bienvenidos hermanos latinoamericanos”.

Ahora demos un giro y fijémonos en las palabrejas que pronunció Sheinbaum recientemente: “¡No somos colonia de nadie, ni protectorado de nadie…jamás permitiremos que violen nuestra soberanía y pisoteen la dignidad de nuestro pueblo y de nuestra patria!” (La Jornada, 6 de febrero, 2025). He ahí a toda una “patriota”. Reza la sentencia popular: Dime de qué presumes y te diré de que careces.

¿De qué dignidad habla Sheinbaum? ¿De qué soberanía? ¿Los 10 mil militares recientemente destacados en la frontera norte no fue el acatamiento de una orden del gorila nazi-fascista Donald Trump? ¿La deportación de suelo mexicano de paupérrimos proletarios centroamericanos y sudamericanos no fue también otro de los mandatos de Trump? ¿Qué dignidad puede tener un servil capataz que siempre se ha agachado ante los hitlerianos de Wall Street? Con su verborrea chovinista trata de ocultar su pelambre criminal y su entreguismo. Asimismo, nuestro país no es el primer socio comercial sino el principal lacayo de EEUU. No puede existir asociación entre un feroz rinoceronte y una hormiga por más ponzoñosa que ésta fuese. Veamos algo que recientemente el jefe nacional del ejército declaró: “Nuestra soberanía no es negociable y las fuerzas armadas tienen el temple y la certeza para encarar cualquier amenaza que atente contra el país” (10 de febrero de 2025). Qué tal. He allí a otro bufón patriotero igualito que Sheinbaum. Y surge la pregunta: ¿si son tan trinchones como presumen, entonces por qué no han aplastado al crimen organizado que tiene décadas perpetrando atrocidades en el país?

¿Quién asesora al ejército del protectorado México? ¿Quién lo abastece de armas y municiones? ¿Quiénes adoctrinan a la alta oficialidad? Son el sanguinario imperialismo yankee en general y el pentágono norteamericano en particular. Tal y como lo hacen con Israel para que masacre al pueblo de Palestina. El ejército “mexicano” es un títere, una verdadera tropa de ocupación atento a los dictados de Wall Street. De patriota no tiene absolutamente nada. Su “patriotismo” es sólo verbo de charlatanes.

Para nosotros no existe la menor duda: México es una colonia del imperialismo. Aquí en este feudo militarizado no existe ni independencia, ni libertad ni soberanía. Y los gobernantes no son más que una turba de crueles capataces cuya tarea fundamental es mantener sometidos a los esclavos asalariados para que no se rebelen contra la tiranía de la maldita “4T”.

Independencia, libertad y soberanía real y completa solo es posible bajo un régimen verdaderamente socialista, liberado totalmente de las garras del imperialismo. Esa cháchara patriotera de la “4T”, que Sheinbaum recita constantemente, la ha de haber sacado del baúl de los sanguinarios vendepatrias del PRI y del PAN. Y, como podemos ver, a los sátrapas morenista les ha venido como anillo al dedo. Hipócritas y demagogos, y tan criminales y vendepatrias aquellos como estos.

 

Atentamente,

Javier Antuna.

Correo: [email protected]

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Redacción Zeta
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Redacción de www.zetatijuana.com
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