La alcaldesa de Mexicali, Norma Alicia Bustamante, no sólo tiene que enfrentar la realidad política que le aqueja en estos momentos, con un Gobierno del Estado que le exige más cosas de las que lo apoya, un Congreso del Estado en el que encuentra poca afinidad y con un Cabildo de Mexicali prácticamente designado en su totalidad desde la Secretaría del Bienestar dirigida por Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán, su rival político en el pasado proceso electoral interno de Morena.
Aunado al conflicto político, Bustamante debe lidiar con la incapacidad y holgazanería del cuerpo colegiado más importante de la administración del municipio. Como es sabido, el único regidor por ella propuesto para conformar la planilla de munícipes de Morena, fue Alfredo Wong, quien venía trabajando a su lado en la Dirección del Instituto de Arte y Cultura de Mexicali, pero el resto, llámense Suhey Rocha Corrales, Isaías Morales, César Castro Ponce, Yessenia Leticia Olúa González, Beatríz García Arce, Francisco Molina y Blanca Patricia Ríos, fueron propuestas desde la oficina de enfrente en Centro Cívico.
Con sus aliados y los regidores que fueron a ofrecer sus servicios como el emecista Francisco Barraza Chiquete desde el primer día para entregar -o vender- su voto, el equipo de Norma al menos consideró que los temas de alta trascendencia podrían ser votados con facilidad y sin la necesidad de sentarse a negociar con el PAN, en el entendido que todos son de la misma ala política.
Pues resulta que el equipo de Bustamante y el propio secretario del Ayuntamiento, Rodrigo Llantada, están batallando para que los propios temas de gobierno sean aprobados por Cabildo o por las comisiones. Y no malentiendan, no se trata de una oposición política, sino porque los ediles no asisten a sus reuniones de trabajo o las abandonan a su suerte, con la confianza de que cuentan con la mayoría para aprobar cualquier tema.
En diciembre de 2024, los ediles debían analizar un proyecto originado desde el Gobierno de la Ciudad de México, conocido como Agencia Digital, que tiene como objetivo modernizar el sistema de pagos y trámites del Ayuntamiento de Mexicali y se impulsa desde el gobierno de Claudia Sheinbaum. Tema que no parecía mayúsculo ni de relevancia, pero dejó en ridículo a los regidores de Morena, ya que no hubo quórum legal para llevar a cabo la sesión de Comisión, debido a que los del vinotinto no se presentaron, lo cual fue aprovechado por ediles panistas como Gustavo Magallanes y Manuel Rudecindo García para salirse de la sesión.
Algunos dicen que fue accidental, otros afirman que se trató de un acto premeditado del PAN para romper la Comisión, con la simple intención de demostrar que son necesarios para transitar en el gobierno.
Sea cual sea la realidad, son ya varios episodios dentro del cuerpo de ediles que, por inasistencias de los morenistas, los temas no transitan o deben retrasarse hasta que se cumpla con el quórum legal o la votación necesaria para la aprobación de un tema.
La situación ya empieza a preocupar porque no se trata de un conflicto político, sino de un desinterés en dirigir una ciudad por parte de los ediles de Morena, pues mientras reciban sueldo, apoyo social y puedan colocar a sus amigos en la nómina municipal, su voto tiene valor.
Refilón
Desaladoras, aumento de la gasolina, proyectos donde se compromete el recurso hídrico, intentos de reforma a la Ley de Issstecali, Seguritech y ahora el reemplacamiento forzado emprendido por el Poder Ejecutivo dirigido por Marina del Pilar Ávila Olmeda.
¿A cuántos proyectos podemos considerar que la gobernadora fue la continuación del proyecto de Kiko Vega en BC?