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viernes, noviembre 1, 2024
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Militarización peor que con Calderón

El crimen organizado es un engendro del sistema capitalista, expresión de su degeneración. La burguesía intenta evitar aquellas manifestaciones del crimen que le crean problemas y son motivo de preocupación para su Estado. Pero lo fomenta y utiliza para aterrorizar a las masas que viven en la miseria”.

Enver Hoxha. El Imperialismo y la Revolución (1979. P. 134).

 

El pasado día 8 del presente mes, durante la conferencia matutina cotidiana, la autócrata morenista Claudia Sheinbaum (acompañada del despreciable kaibil Omar García Harfuch, actual jefe nacional de la jauría policiaca) manifestó: “no va a regresar la guerra contra el narco de Calderón, no buscamos ejecuciones extrajudiciales”. He ahí la pertinente aclaración de la mujer de reconocido abolengo comunista, como la califica la revista Proceso. La dictadorzuela morenista es una caradura. Igualita a López Obrador. En realidad, la “guerra contra el crimen organizado” no se fue ni con el priista Enrique Peña Nieto ni con el “amoroso” morenista. Al contrario, la susodicha “guerra al narco” ha ido in crescendo. La soldadesca en vehículos artillados tiene en estado de sitio y en toque de queda nocturno, de facto, al país entero. La militarización del país ha sido más larga y peor que en el Chile fascista en tiempos de Pinochet. Ciegos y vendidos son los que se tapan los ojos para no miran esta realidad.

Que la Guardia Nacional (GN) hoy sea parte de la Sedena, para nada cambia su naturaleza represiva. La GN continuará siendo un sanguinario mastín creado ex profeso para defender a la clase capitalista que detenta el poder. Sobre todo a los inversionistas-imperialistas extranjeros.

La tarea fundamental de las fuerzas armadas -FFAA- es tener sometidos a los esclavos asalariados, mantener el “orden” absolutista y obligar al pueblo pobre a obedecer las draconianas leyes burguesas. Sin chistar.

Manifestar que ya no habrá ejecuciones extrajudiciales es tener la lengua muy larga. Lo mismo decía su antecesor. Recientemente, el 1 de octubre, la desalmada soldadesca atacó, a mansalva y por la espalda, a un grupo de migrantes en Chiapas. Innumerables muertos. ¿Cuál fue la excusa? “Los confundimos con narcos”. Lo de cajón. ¿No fue esa carnicería una ejecución extrajudicial? ¿Se castigará a los guachos asesinos? No, en lo absoluto. ¿Existe alguna diferencia entre las bestias judías de Israel que comanda Netanyahu y las bestias morenistas que comandan Harfuch y Ricardo Trevilla, el actual mandamás del ejercito burgués morenista? Fuerzas armadas abastecidas de poderoso armamento bélico, por el mismo amo norteamericano.

Por su parte, García Harfuch (polizonte de reconocido abolengo fascista, señalado, desde mucho tiempo atrás, de haber estado involucrado en la masacre de los normalistas de Ayotzinapa) afirmó que es falso que en nuestro país haya militarización. Según este miserable criminal, los miles de milicos en la calle, empuñando con altanería espantosos fusiles, son visiones. Pura imaginación del pueblo. Qué manera más ridícula de negar la realidad. Todos esos mastines de la burguesía están cortados con la misma tijera. Igual de farsantes.

Hemos afirmados que el crimen organizado -es decir, la mafia- es una industria capitalista como cualquier otra. Una empresa altamente rentable. Siendo el Gobierno del Estado Capitalista una junta que administra los negocios comunes de toda la clase burguesa, sobre todo de los más poderosos, la tarea de las FFAA del Estado es proteger a la clase capitalista explotadora que detenta el poder. Sin importar la industria donde los gerifaltes burgueses tienen invertidos sus capitales. Esa es la razón por la cual los dueños de la Banca -la oligarquía financiera- no son tocados ni con algodones, cuando es sabido que los hilos que manejan la industria del crimen organizado arrancan desde los todopoderosos consorcios bancarios. Una auscultación, o sea, un arqueo riguroso de los trusts financieros (Santander, Scotiabank, Citibanamex, etcétera) mostraría cómo abundantes masas de capital están invertidas en esa industria diabólica. También se sabría cuántos “respetables” y “honorables” señores tienen acciones en esa empresa macabra.

Pero tal cosa nunca sucederá. Ni tampoco en los gobiernos que vociferan ser “socialistas del Siglo XXl”. Total sumisión al siniestro señor capital. Lo que no quiere la burguesía tampoco lo quiere su gobierno, decía Carlos Marx.

Solamente en una sociedad verdaderamente socialista, bajo un régimen auténticamente proletario, esas empresas de la muerte no podrán existir. Mientras perviva el capitalismo la industria del crimen organizado, la producción de droga, de armamento bélico, de pornografía, de música degenerada y farándula decadente, etc., no desaparecerán. Porque el sistema capitalista es el estercolero donde florecen esas lacras.

Que el absolutismo morenista prosiga con su falso combate a la mafia. Que refuercen la militarizando y recrudezcan el terror en el país. Que sobornen a las masas con “apoyos” y despensas para apaciguarlas y evitar que conciban ideas revolucionarias. Migajas para que no luchen ni planeen sublevarse.

Pese a los mil obstáculos que se atraviesan en el camino la clase obrera y todos los pobres despertaran y se levantaran airados tarde o temprano. La tiranía será derrocada. La pinochetista militarización será barrida. El absolutismo de la maldita “4T” será juzgado por el proletariado y las masas pobres, e irá a parar al basurero de la historia. Lugar al cual irán a parar todos los opresores, explotadores y enemigos del pueblo.

 

Atentamente,

Javier Antuna.

Tijuana, B.C.

Correo: triunfocomunista@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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