El miércoles 28 de agosto una joven de Ensenada, hija de un comerciante de materiales de construcción, fue agredida en pleno día en la colonia Hidalgo, cuando sujetos desconocidos la bajaron de su vehículo para llevarse rumbo desconocido.
La noticia generó pánico entre la comunidad que de inmediato comenzó a esparcir la sospecha de que se trataba de un secuestro.
“Hay que andar con mucho cuidado estos días, hace un mes secuestraron a vitivinicultor lo soltaron porque pago el rescate, hoy hace unos minutos acaban de secuestrar a la hija de los empresarios de Mega Metal aquí en Ensenada”, reza uno de los mensajes compartidos en un grupo de colonos.
La mañana del jueves 29, los mandos policiacos, entre ellos, la fiscal general María Elena Andrade, convocaron a una reunión para revisar casos, entre los cuales destacó el de esta mujer, mismo que está en investigación por la Unidad Antisecuestros de la Fiscalía General del Estado (FGE). Hasta el momento la fiscalía se ha mantenido en total silencio.
La movilización inició el miércoles 28 de agosto a las nueve de la mañana, después de que agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) recibieron un reporte del número de emergencia 911 de la propia víctima, quien pidió auxilio antes de que le arrebataran el teléfono.
La reacción fue inmediata y corporaciones de todos los niveles recibieron una alerta de búsqueda, iniciando en Calle Magisterio entre Cuarta y Quinta, donde se llevó a cabo el delito.
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Durante las primeras horas de la investigación, las autoridades localizaron la camioneta Jeep en la que se trasladaba la joven. El vehículo se encontró abandonado en Calle Chopo y A de la colonia Granjas del Gallo.
El teléfono celular de la víctima fue hallado en la misma ubicación y el cristal de la camioneta estaba quebrado.
Las primeras indagatorias apuntan a que la joven podría ser familiar de los propietarios de una empresa local dedicada a la venta de materiales para la construcción, la cual cuenta con al menos tres sucursales en Ensenada y Maneadero.
En un inicio los oficiales de seguridad se concentraron en realizar búsquedas en delegaciones y hospitales de la ciudad para descartar que se tratara de una privación, pero por la noche los comandantes agradecieron a los grupos por la colaboración para que la Unidad Antisecuestros atraiga el caso.
HAY MÁS PRIVACIONES Y SECUESTROS EN ENSENADA
Como el caso de la joven, en el puerto hay varias privaciones recientes que han llamado la atención de grupos de la sociedad civil.
En junio trascendió la noticia de que un par de ejidatarios en Ensenada, que acababan de recibir un dinero por la venta de unos terrenos, fueron secuestrados por un grupo armado, quienes exigen una cantidad superior a la que recibieron por el contrato de compraventa.
La familia vivía momentos de tensión cada día que transcurría y, aunque las esperanzas eran altas, de acuerdo con testimonios de residentes de la comunidad ubicada en el sur del municipio, el miedo estaba presente. Al final lograron que los dos fueran liberados.
Los parámetros que definen si hubo o no un secuestro son inexactos, pues las familias se apegan a las instrucciones que les dan los captores, muchas de ellas piden no interponer una denuncia. Tal es el caso de un hombre que fue privado de la libertad, aún no está definido el tiempo de delito; se trata de un empresario que fue capturado en el Valle de Guadalupe. La mañana del viernes 16 de agosto salió de Punta Piedra, colonia ubicada entre La Salina y Santa Rosa, casi en el límite entre Playas Rosarito y Ensenada, para dirigirse a la Ruta del Vino.
Testigos mencionaron cómo el hombre de más de 60 años de edad salió de su domicilio rumbo a la delegación San Antonio de las Minas, con el propósito de visitar a una persona. Pero nunca regresó.
Aproximadamente a las 10:00 horas, agentes de la DSPM localizaron el vehículo de la supuesta víctima quemado por la Carretera Libre Ensenada-Tijuana, cerca de San Miguel. Tres días después, el lunes 19 de agosto, el hombre apareció golpeado.
A pesar de las cifras en aumento, la única organización civil encargada de analizar y opinar es el Consejo Ciudadano Seguridad Ciudadana en Baja California (CCSCBC), representado a nivel estatal por Roberto Quijano Sosa y en Ensenada por Edgar Hernández González, pero carecen de datos sobre este delito.
“No tenemos información al respecto”, respondió Hernández.
BC, A LA CABEZA EN LA ESTADÍSTICA
Alto al Secuestro es uno de los estudios más completos sobre este delito, reconoce que se trata de uno de los más temidos por los ciudadanos en el país, con una amplia cifra negra de denuncias penales, pues hasta julio de 2024, de las 196 víctimas, las autoridades tienen contabilizadas 56, dejando fuera de la estadística al 71.4 por ciento.
Sólo en julio, México reportó 10 secuestros masivos que afectaron a 62 personas, uno de estos eventos ocurrió en Baja California, el resto, en Baja California Sur, Chiapas, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán y Zacatecas.
De los casos reportados, dos fueron en contra de migrantes, con 36 víctimas, ambos en el Estado de Chihuahua. Aunque los secuestros de migrantes son los más comunes en la franja fronteriza entre México y Estados Unidos, la cifra puede elevarse en los municipios fronterizos de Tecate, Tijuana y Mexicali. Sin embargo, en julio se abrió carpeta de investigación en BC por un secuestro masivo con seis víctimas, ninguna de estas personas, migrantes.
En los primeros siete meses de 2024, las víctimas de secuestro aumentaron un 11.5% en comparación con el mismo período en 2023. Las cifras más altas de este delito se concentran principalmente en el Estado de México, Veracruz y Ciudad de México.
El 46.2% del total de secuestros a nivel nacional se concentraron en unos pocos estados.
Cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad indican que en julio de 2024 hubo 84 carpetas de investigación abiertas por secuestro, con un aumento en el número de víctimas (+20.2%) y detenidos (+3.2%) en comparación con junio de 2024.
El análisis indica un incremento general en la actividad de secuestro durante el año en curso, con algunos estados mostrando cifras alarmantes. Las estadísticas también revelan esfuerzos por parte de las autoridades, aunque los desafíos siguen siendo significativos en varias regiones del país.
Respecto a la tendencia de secuestros del periodo 2006 a 2024, el documento destaca el total de secuestros registrados desde diciembre de 2006 hasta julio de 2024, indicando un incremento del 10.7% en comparación con el periodo anterior.
En un comparativo hecho por la asociación civil Alto al Secuestro, se observa cómo en el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa hubo 6 mil 035 víctimas, posteriormente, en la administración de Enrique Peña Nieto, la cifra oficial alcanzó los 11 mil 393 y en la presente de Andrés Manuel López Obrador van 6 mil 683 casos.
En un comparativo de este crimen por entidad federativa, se observa que en diferentes estados de México, durante los primeros siete meses de 2024, se observa un incremento del 9.6% en comparación con el mismo periodo de 2023.
En el ranking por entidad, donde Veracruz ocupa el primer lugar nacional con mil 051 secuestros acumulados, Estado de México se ubica en segundo, con mil 010 secuestros. Además, dentro de Veracruz los municipios con mayor incidencia de secuestros son Córdoba, Coatzacoalcos y Martínez de la Torre.
Estos datos reflejan una situación crítica en términos de seguridad en varias entidades del país, con una alta concentración de secuestros en ciertas áreas específicas.
La página 29 del documento proporciona una visión detallada sobre la incidencia de secuestros en diferentes estados y municipios de México, abarcando el período de diciembre de 2018 a julio de 2024. La tendencia apunta a los mismos estados: Veracruz está en la cabeza con mil 51 casos; Estado de México se posiciona en segundo sitio con mil 010 secuestros; Ciudad de México en el tercer sitio, con 470 secuestros; mientras Puebla y Chihuahua siguen en la lista con 282 y 275 casos, respectivamente.
Entre los municipios con mayor incidencia de secuestros, Ciudad Juárez, Chihuahua lidera con 154 secuestros; otros de alta incidencia son Ecatepec de Morelos, Estado de México, con 102 secuestros; y Tijuana, Baja California, con 104.
Las cifras son dispares entre los reportes oficiales y las que organismos de la sociedad civil tienen en sus archivos. Para quienes se dedican al acompañamiento de familias de las víctimas, la disparidad en los números oficiales con los reales se considera una subestimación o falta de transparencia en las cifras proporcionadas por las autoridades, lo cual es grave, puesto que refleja un escenario poco claro de la violencia en el país, lo cual tendría implicaciones en la formulación de políticas públicas y en la percepción pública de la seguridad, deducen analistas.
