Luego de la estrepitosa derrota electoral que sufriera el Partido Acción Nacional durante los pasados comicios de junio, en próximos días estarán definiendo al próximo líder estatal en Baja California, y con ello, marcarán qué tipo de partido buscarán obtener en miras al proceso electoral 2027, pero también concretarán la postura política que generarán durante el cierre del gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Los primeros tres años de la morenista, el dirigente albiazul Mario Osuna Jiménez, quien fue proyectado como un candidato de unidad entre todas las facciones políticas del partido, se quedó corto en sus posicionamientos, en su estrategia y, sobre todo, en mantener una unidad partidaria, al grado que tanto diputados como regidores de oposición en los cabildos y el Congreso, terminaban por negociar los temas de interés con la gobernadora.
Los primeros tres años del marinismo fueron tersos por la capacidad para negociar, pero también por la disposición complaciente que tuvieron los representantes del PAN en los espacios de poder; bastaba con observar a Diego Echevarría, Amintha Briceño Cinco e incluso a la propia Alejandrina Corral Quintero, entregar apoyos de la Secretaría del Bienestar en sus comunidades para comprender el nivel de compromiso que había con el partido oficial.
Para el mes de octubre, los panistas tendrán una oportunidad de aprender de sus errores y buscar ser una oferta política real, o bien, permanecer en la sumisión institucional que han obtenido.
Entendiendo que el blanquiazul deberá colocar a una mujer al frente del partido debido a las acciones afirmativas electorales vigentes, la ex diputada Amintha Briceño Cinco y la ex candidata Lizbeth Mata Lozano, son las principales ofertas que dan a sus correligionarios, aun cuando ninguna de las dos ha tenido una postura férrea o agresiva contra los gobiernos de Morena; por el contrario, han buscado la forma de verse beneficiadas por el poder.
Resulta curioso que gran número de panistas de Tijuana está intentando apoyar a Amintha, mientras que grupos de Mexicali pretenden respaldar a Mata Lozano, pese a que las dos son emanadas de uno de los episodios más negros del panismo que tienen nombre y apellido: Francisco Vega de Lamadrid.
Ni el hecho que los santones del panismo como Ernesto Ruffo Apple, Alejandro González Alcocer o José Guadalupe Osuna Millán, salieran a emitir posturas sobre cómo debe dirigirse el panismo, significará algo o marcará tendencia al interior del PAN, pues precisamente los tres son señalados por la capacidad que tienen para movilizar hasta 3 votos cada uno en favor de cualquier causa.
El panismo juega un episodio crucial para su futuro, pero las ofertas para estructurar una oposición seria resultan poco prometedoras.
Refilón
Todo parece indicar que el sustituto de Víctor Hugo Navarro está más que claro para el Congreso de Baja California y se trata de una posición que no representa a ninguno de los diputados.
El lamentable episodio vivido con el conocido Loco Navarro, acusado de hostigamiento por parte de una compañera periodista, lo dejó fuera del manejo de uno de los presupuestos más opacos de la administración pública: el Poder Legislativo.
Todo parece indicar que el puesto recaerá en el director administrativo de la Secretaría del Bienestar, José Antonio Olivas Arredondo, conocido como El Tony Olivas, uno de los que fue removido y reinstalado del cargo de la dependencia comandada por Netzahualcóyotl Jáuregui Santillán “los ojos y manos de la gobernadora”, cuando se dio a conocer a través de redes sociales el caso de extorsión a un líder de comunidad de Tijuana para obligarlo a apoyar a la precampaña de Adán Augusto López Hernández.
Este episodio no es precisamente el que uno quisiera presumir como una de sus credenciales, pero por alguna razón es uno de los perfiles de mayor confianza para la mandataria estatal.
El nombre de Tony Olivas se barajó inicialmente como un posible administrador del gobierno de Ismael Burgueño Ruiz, pero ahora se ubica más cerca del Poder Legislativo.
