La franquicia de transporte privado Uber aún no puede operar en 12 aeropuertos de México administrados por el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP). Esto se debe a que, oficialmente, ni la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ni ningún distrito del Poder Judicial han notificado fallos o nuevas reglamentaciones sobre el transporte terrestre en las zonas federales.
“Por el momento GAP no ha sido notificado del tema. En tanto no tengamos información oficial, no podríamos emitir alguna postura”, explicó a ZETA el área de comunicación del GAP.
Un pleito legal en curso en Cancún, Quintana Roo, entre la empresa Uber y la administración del Aeropuerto, ha dado lugar a malentendidos en los medios de comunicación acerca de un supuesto comunicado de prensa. En el aviso se presumía que “un juez” había emitido un “fallo definitivo” a favor de la empresa de transporte privado a través de plataformas digitales.
GAP confirmó a ZETA que Uber no opera en ninguno de sus aeropuertos en México: Guadalajara, Tijuana, Mexicali, Hermosillo, Los Mochis, Aguascalientes, Guanajuato, Morelia, La Paz, Los Cabos, Puerto Vallarta y Manzanillo.
Paradójicamente, el “fallo definitivo” se habría emitido entre el 20 y 23 de agosto, pero el paro laboral de los trabajadores del Poder Judicial de la Federación inició el día lunes 19 y se ha mantenido hasta la fecha. Ningún medio de comunicación que dio por buena la información de Uber y el supuesto fallo ha revelado el documento oficial ni el nombre del juez o magistrado que lo respalde.
Las autorizaciones de medios de transporte en la zona de control federal están a cargo de la SICT en coordinación con la Guardia Nacional quienes, hasta el 29 de agosto, aún no revelan la autorización de otros servicios o plataformas para su operación en las zonas del aeropuerto.
Actualmente, el Aeropuerto de Tijuana presenta un serio problema de servicios de transporte, pues los altos costos de las tarifas de los servicios de taxis propiciaron un servicio clandestino muy visible en la puerta de “llegadas”, en la que civiles sin identificación ofrecen a gritos los servicios de transporte, situación que ha propiciado denuncias por fraude. La misma administración del GAP se ha negado a opinar del tema.
Contradictoriamente, a los choferes sin permiso ni identificación dentro del aeropuerto sí los dejan operar, pero fuera hay una vigilancia y hostigamiento en contra de los choferes de plataforma, a quienes se les impide recoger pasajeros.