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lunes, septiembre 16, 2024
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Venezuela: riña entre dos mastines del imperialismo

Siempre hemos dicho que la “izquierda” es la derecha disfrazada

-José Stalin. Informe ante el XVII Congreso del PCUS (enero de 1934).

 

¿Existe, en lo medular, diferencia alguna entre Nicolás Maduro y Corina Machado? No. Ninguna en absoluto. Ambos son fantoches del imperialismo. Maduro del imperialismo ruso y chino y Corina Machado del imperialismo norteamericano.

No es la primera vez que la oposición oficial burguesa de derecha grita: “¡Fraude!, ¡Fraude!”. Sucedió en 2019 con Juan Guaidó, quien fue reconocido por Donald Trump como “presidente legítimo”. Y en 2013 con el reaccionario, Henrique Capriles, candidato presidencial de la susodicha “oposición” oficial, que fue apoyado por EEUU, Francia, España y la OEA.

Las dos elecciones presidenciales antes mencionadas terminaron en una “salida negociada”. Los cacerolazos y bocinazos (armas preferidas de la exquisita “oposición”) después de la “negociación” dejaron de hacer ruido. “Amor y paz entre hermanos venezolanos”. ¡Una perla!

Para los que tienen “ojos para ver” no es difícil concluir que las votaciones en cualquier país capitalista son un grotesco show de polichinelas. En nuestro país testimonios sobran.

Nadie en su entero juicio podría negar que el CNE (Consejo Nacional Electoral) venezolano no es más que un títere del absolutismo chavista. Nada diferente al INE mexicano, hoy en manos de la autocracia militarizada, esto es, de la “4T”.

Al parecer el imperialismo norteamericano ha decidido de una vez, sin parar en barras, reemplazar al actual y detestado autócrata venezolano Nicolás Maduro, por uno nuevo y “lozano”. Sobre todo, obsequioso y servil a Wall Street. Un relevo ad hoc del odiado orangután chavista por uno “pulcro y sin tacha”.

La gran mayoría de los regímenes latinoamericanos, tanto los de la “izquierda socialista” como los de la derecha fascista, se han unido al reclamo de Washington para que se realice un recuento de los votos. “Recuento”, que, según la Casa Blanca, confirmaría el triunfo a la oposición oficial, es decir de la derecha pinochetista.  En otras palabras, presiona EEUU a Maduro para que renuncie a la presidencia sin estridencias. Sin forzamiento. Un recambio sin aspavientos.

Esa es la razón por la cual la derechista Corina Machado, cabecilla de la oposición oficial, llama a las masas, con insistencia, a “no caer en la provocación” a “conducirse pacíficamente”. ¿Acaso no son las mismas recomendaciones que hace el “socialista” Nicolás Maduro? Tanto Machado como Maduro comparten el mismo temor de que estalle una guerra civil revolucionaria que incendie la pradera, y prenda al par de déspotas del cuello.

¿No es acaso lo mismo que ha predicado, por décadas, el sátrapa López Obrador? Paz y amor y no quebrar ni un vidrio. ¿Paz y amor, besos y abrazos con los opresores y asesinos del pueblo? A la vez que su régimen absolutista mantiene al país entero en un aterrador Estado de sitio. Con militares por doquier y con toque de queda nocturno. Peor que en los tiempos del dictador Augusto Pinochet en Chile. Peor que los tiempos del panista, Felipe Calderón en México.

La promesa del tiranuelo de la “4T”, ante de sentarse en la poltrona presidencial, de regresar a los cuarteles a la feroz soldadesca la echo al bote de la basura. Como la mayoría de sus ofrecimientos. Sin embargo, recalca con frecuencia: “Nosotros no somos iguales”.

Continuemos. Temen tanto la “izquierda” chavista, hoy al frente del aparato gubernamental burgués, así como la oposición oficial que los motines aislados y espontáneos se alarguen y se transformen en motines conscientes. Se organicen y se radicalicen. Los atenaza el pánico de que la flama se pudiese transformar en un volcán.

Teme la burguesía imperialista que estalle la santabárbara y que el pueblo “soez” se sirva con la cuchara grande. Saben Maduro y Machado que una vez suelto el gato no habría ratón que pudiese sentir sosiego.

Uno se pregunta: ¿Dónde están los otrora “bolivarianos chavistas”? ¿Por qué no han salido a la palestra con espada en ristre a defender a su compañero Maduro? Solamente Cuba, Nicaragua y Bolivia, han defendido, débilmente, al sátrapa venezolano. Clara muestra del miedo a las represalias de las hienas de Washington.

¿A qué se deberá que los “comunistas” mexicanos hayan guardado silencio ante el acoso y ofensiva contra su entrañable “compañero presidente” Nicolás Maduro? ¿Acaso el referido bolivariano ya dejo de ser socialista? ¿Díaz Canel, Luis Arce, Daniel Ortega y Evo Morales también son unos apostatas del “Socialismo del Siglo XXI”?

Los “comunistas” mexicanos son unos pequeñoburgueses eclécticos. Desvariados y cobardes que de marxista-leninistas no tienen ni un átomo. Son en realidad furgón de cola de la reaccionaria socialdemocracia. Desde hace décadas. Actualmente alabarderos de la maldita mafia de la “4T”.

Nada, absolutamente nada ganarían los pobres si la derecha fascista se entroniza en el Poder. Sólo cambiaría el pelambre del mastín que le cuidaría los intereses a los inversionistas extranjeros. A los imperialistas. Nada más. La opresión, la explotación y el entreguismo continuarían. La miseria y el hambre no desaparecerían. He ahí por qué es una condición sine qua non el poner en pie de lucha a la clase obrera de Venezuela. Única clase, que guiada por los revolucionarios marxista-leninistas, tiene la fuerza para aplastar a los reaccionarios vendepatrias de “izquierda” y de derecha.

Movilizar al proletariado para que entre en acción y encabece la protestas con intención de convertir el territorio de Venezuela en un colosal incendio que estremezca al Estado colonial burgués.

Hoy la tarea principalísima de los revolucionarios patriotas es la de impulsar con resolución la huelga política general. Organizarla con entusiasmo. Una semana de enérgica huelga general política derrocaría a Maduro junto con su sanguinario ejército, sus rabiosos “colectivos” y su feroz policía. Frenaría en seco a los lacayos de Washington, capitaneados por Corina Machado. Aplastaría toda “salida negociada” con la dictadura chavista y atajaría todo intento de apagar las protestas.

No hay que desperdiciar el tiempo. Unificar, organizar y dar claridad al Movimiento en caliente. Tener siempre presente que, si los revolucionarios comunistas no logran que el proletariado venezolano se levante y asuma, contra viento y marea la dirigencia del movimiento, la reacción manipulara a las masas a su antojo. Y todo terminara en una “salida negociada”, entre el chavismo y la oposición oficial. Tal y como sucedió en 2013 con Henrique Capriles y en 2019 con Juan Guaidó,

Oposición derechista que se sometió a los dictados de sus amos norteamericanos y que sofoco las protestas. No lo permitamos una vez más. Audacia, audacia y más audacia para poder avanzar y vencer.

Si los, hasta hoy, pocos y débiles revolucionarios venezolanos no actúan con tesón y sacrificio, emulando a los espartanos combatientes de la Resistencia Palestina, jamás crecerán, jamás se fortalecerán. Nunca vencerán. Mostrarían que no son marxista-leninistas, sino unos despreciables charlatanes.

 

Atentamente,

Javier Antuna.

Correo: triunfocomunista@gmail.com

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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