Por sorteo, fui seleccionado como funcionario de casilla en esta elección de 2024. Con responsabilidad, dije que sí, acudí a mis simulacros y fui sin contratiempo. Se llegó el día domingo 2 de junio. El ajetreo de ser funcionario de casilla inició desde las 6:00 a.m. y concluyó hasta la 1:00 a.m. del 3 de junio.
Con madurez política, pensé por mi comunidad. Dije: “Sí, estar aquí, casilla #1320, contigua. Sé lo que se siente ser elector y que la casilla debe estar funcionando máximo 8:30-9:00 a.m.”. Y el jolgorio electoral empezó. Llegaron los electores de todas las edades, con alegría y ganas de sufragar y hacer sentir su voz; muchos electores ejercieron su pleno derecho constitucional y obligatorio de votar.
Creo que ya estamos maduros y algo de años como para pensar en fraude. Eso ya es cosa del pasado. Todo en calma, en tal casilla votos caían; todo se hizo bien: actas, escrutinio, conteo, firmas de funcionarios, cierre de paquetes electorales, jornada exhausta, cansada, sin problemas funcionó. Todo por la civilidad de los funcionarios, sacando tal responsabilidad nuestra, y de los miles de electores que se toman su tiempo.
Bien por tal jornada, bien por los electores y los súper funcionarios que cumplimos una ley electoral, al ser los responsables de decir quién gobernará México en muchas curules políticas que allí encontraron el camino, mucho años atrás perdido y manipulado (hoy creo que ya no).
Si los políticos hacen su triquiñuelas y malos hábitos, tenemos nosotros los electores la voz y ley de tenerlos bajo la lupa, de ver qué hacen y si su desempeño es justo, grato o malo para sus gobernados.
Ya hicimos nuestra parte al ser funcionarios de casilla y esperar el desempeño próximo de tales seleccionados que vimos se eligieron bien, con honestidad, sin tapujos ni nada de mentiras. Bien por esta patria y lo mejor para sus habitantes, que somos muchos.
¿Un funcionario o político tendrá aguante de trabajar 19 horas seguidas? Los hay de 8:00 a.m. a 3:00 p.m. del mismo día. Los hay que van a trabajar y se salen a lo que no es su labor de funcionario, etc. Ojalá haya mejoras tras este 2024 con los nuevos funcionarios, su trabajo, función (que tanto falta) y cumplan su palabra.
Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.