Pescadores del Golfo Ulloa, en la costa del Pacífico en el municipio de Comondú, se han levantado en protestas en contra de restricciones que se han intensificado por estudios que la Organización No Gubernamental (ONG) Sea Sheperd realizará en esta zona de Baja California Sur, esto para determinar las causas de la mortandad de la tortuga amarilla.
De acuerdo con el Gobierno Federal, la tortuga caguama (Caretta Caretta), también conocida como tortuga cabezona o tortuga amarilla, es una de las seis especies que están en territorio mexicano, la cual está en peligro de extinción bajo la NOM-059-SEMARNAT-1994.
Desde la última década se han reportado varamientos de decenas de especímenes en el Golfo de Ulloa, principalmente en los años 2013, 2014 y 2015.
Organizaciones y autoridades activaron una serie de medidas de protección, como la instalación de zonas de refugio que, denuncian pescadores de las comunidades, han servido para ahorcar económicamente a más de dos mil familias que dependen de la extracción de productos marinos.
Fidencio Higuera, representante del movimiento de productores ribereños, explicó que la Secretaría de Marina (Semar), sin tomar en cuenta a las personas, aceptó una colaboración de esta ONG que introducirá su embarcación extranjera en aguas sudcalifornianas.
Entre las restricciones que se han impuesto con los años, señalan que les impiden entrar a determinados sectores marítimos e incluso les privan de extraer ciertas especies y reducen las medidas de las artes de pesca que utilizan.
Todo esto a pesar de que estudios indican que los pescadores ribereños no son responsables por la mortandad de tortugas amarillas, y que desde hace una década que iniciaron las investigaciones se dejó en claro que las embarcaciones pequeñas que usan no se ven involucradas en este fenómeno.
“Las embarcaciones mayores son por barcos camaroneros, que también tenemos una problemática con ellos, pero curiosamente esta organización pretende entrar en la vigilancia o la conservación de la tortuga cuando estas altas embarcaciones pescan en diferentes épocas donde no se va a hacer el estudio”, indicó.
Con la entrada de la embarcación de Sea Sheperd advierten que vendrán más restricciones aún, ya que en esta década han sufrido la imposición de cambios bruscos en las áreas delimitadas como zona de refugio para protección del reptil marino, esto de acuerdo con Tomas Camacho, presidente de la cooperativa de Puerto Chale.
“Tenemos desde 2015 la imposición de un refugio pesquero para la protección de la tortuga; se les prometió que se les iba a dar permiso de camarón en altamar, de pulpo o atún con vara y nada de eso se ha cumplido. El mismo proyecto de refugio marcaba un área de restricción pesquera que al inicio estaba bien determinada en la zona de mayor abundancia de tortuga, después se modificó e hicieron una de las zonas hasta la orilla donde nosotros trabajamos, aunque no es zona de tortuga amarilla”, expuso.
También contaban con un programa de observadores a bordo para medir la interacción de las tortugas con la pesca ribereña, sin embargo, desapareció en 2018.
“La pesca es la columna vertebral que sostiene esas comunidades, si fracturan esa columna vertebral nos fracturan a todos”, expresó.
Exigen al gobernador del Estado, Víctor Castro Cosío que esta asociación extranjera quede fuera de Golfo de Ulloa y que cualquier estudio que sea necesario, se ejecute por medio de instituciones mexicanas y que los productores puedan involucrarse.
Gobernadora respalda a pescadores
El Gobierno del Estado informó que en los próximos días el titular de la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca), Octavio Alberto Almada Palafox, el gobernador y autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Marina, sostendrán una reunión con los más de dos mil pescadores de la zona.
Víctor Castro manifestó su respaldo a los productores y se sumó a las expresiones que rechazan la entrada de la embarcación de Sea Sheperd.
“Hay una protesta de que no entre un barco extranjero allá en Ulloa, yo voy a hacer causa común con los pescadores. Mi compromiso público es que voy a rechazar que entre un barco extranjero al Golfo o cualquier parte de Baja California Sur a hacer investigaciones”, declaró.
Aseguró que acordó con los manifestantes que abordará el tema con autoridades de la Semar, para que sea una embarcación nacional, de cualquier institución científica de México, la que realice el estudio en cuestión.
“Yo lo voy a intentar, pero ya es un acuerdo de alto nivel, pues yo voy a mantenerme firme al lado de los pescadores, rechazando una investigación por un barco extranjero”, reiteró.
El mandatario aclaró que nadie conoce el convenio que se estableció con la Marina para la entrada de esta ONG en el Golfo de Ulloa, por lo que espera que en la reunión que sostendrán en estos días se revelen los detalles del compromiso del Gobierno Federal.
“Nosotros hemos invitado investigadores de Cibnor para que refrenden los estudios que hicieron en donde los pescadores no son responsables de la mortandad de la tortuga amarilla. No queremos que el estudio de un barco extranjero, que ya ha declarado que son los pescadores; ya hay ventaja sobre ese asunto”, dijo.
Por su parte, el titular de la Secretaría de Pesca, Acuacultura y Desarrollo Agropecuario (Sepada), José Alfredo Bermúdez Beltrán, explicó que esta situación proviene de una mala evaluación que podría desembocar en un embargo económico por parte de Estados Unidos.
“Este es un tema derivado de una certificación negativa que dio el NOAA para esa zona, eso puede afectar por un embargo económico que puede darse a Estados Unidos. Se está atendiendo, es un asunto federal, no le corresponde al Gobierno del Estado. La Semarnat, la Profepa, Conanp son los que tienen esa tarea”, recalcó.
