Nuestra cultura no prioriza la prevención en materia de salud.
Por ello, en su mayoría la población entra a destiempo en contacto con los profesionales de ese campo. Desafortunadamente, es más procurada la medicina curativa que la preventiva.
De acuerdo a la Organización Mundial de la salud, (OMS, 1998), Prevención se conceptúa como “Medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la enfermedad, tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a detener su avance y atenuar sus consecuencias una vez establecida”.
Aunque parece obvio que para prevenir la aparición de enfermedades, reducir factores de riesgo, detener su avance y atenuar sus efectos, debe practicarse la prevención en salud, esto casi siempre no ocurre así que consultorios, salas de urgencia, de cirugía, farmacias y otros espacios donde se busca solucionar la desatención preventiva, son más visitados que los de prevención.
¿Qué es lo que hay que prevenir?
Según el sitio UNIR (https://www.unir.net/salud/revista/prevencion-en-salud/), hay tres modalidades de prevención, dejando claro que cuanto antes se apliquen medidas de intervención, mejor será el resultado en la prevención de la enfermedad o de sus secuelas. Con todo ello, al controlar un problema de salud, se pueden establecer principalmente tres tipos de prevención: primaria, secundaria y terciaria.
La primaria agrupa actividades sanitarias orientadas a la población, con el objetivo de impedir el comienzo de una dolencia o problema de salud, disminuir la incidencia de la enfermedad, mediante el control de los factores causales y los predisponentes.
Según la OMS, la educación para la salud es uno de los elementos clave en la prevención primaria en salud, ya que tiene por objetivo el fomento de actividades dirigidas hacia una mejora en la salud. Incluso no sólo información sobre aquellas condiciones sociales, económicas o ambientales que pueden influir sobre la salud de la persona, sino también sobre factores de riesgo.
La prevención secundaria se orienta a detectar la posible enfermedad en sus estadios más iniciales y actuar lo antes posible para retrasar el progreso de la enfermedad.
Esta prevención en salud se orienta a mejorar la calidad de vida del paciente dentro del proceso patológico. Su objetivo también es marcar las líneas de actuación a seguir para intentar evitar su progreso y, en caso de que se desarrolle, lograr un buen tratamiento para afrontarla, y así reducir al máximo sus posibles secuelas o complicaciones. No solo participan en este nivel los médicos de atención primaria, sino también los especialistas de área.
La prevención terciaria se encamina hacia el tratamiento de la enfermedad en sí, con el propósito de reducir las complicaciones o secuelas y la rehabilitación una vez superada la enfermedad. Tiene como objetivo mejorar la calidad de vida del paciente, que se recupere de la enfermedad, su rehabilitación y acelerar su reincorporación a la vida normal. Siempre hay que evitar llegar a ella.
Todo es cuestión de practicar la prevención en salud.
Alberto Sandoval ha sido profesor, servidor público, consultor, conferencista, deportista y activista ciudadano.
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