Cuando el escándalo de Jeffrey Epstein estalló en los medios a nivel internacional, nombres de figuras públicas, del espectáculo, líderes mundiales y acaudalados empresarios empezaron a ser vinculados con el infame emporio de jóvenes, algunas de ellas menores de edad, que fueron engañadas en unos casos, y en otros, prácticamente obligadas a ejercer la prostitución.
Entre ellos estuvo el Príncipe Andrés, ahora Duque de Inglaterra, que no se ayudó en nada cuando en 2019 accedió a dar una entrevista al programa “Newsnight” de la BBC. Esta película dramatiza justo todo lo que hubo detrás de esta presentación televisiva bajo la conducción de Emily Maitlis, aquí interpretada por Gillian Anderson, mientras que a Rufus Sewell le tocó interpretar el rol del noble acorralado ante las cámaras.
Sin embargo, este filme no cuenta la historia de las víctimas de abuso en manos de los hombres más poderosos en la actualidad. El enfoque se reduce a las remembranzas de Sam McAlister (Billie Piper), responsable de agendar la famosa entrevista, y tiene muy clara la determinación que se necesita para llevar a su banquillo de los acusados en la pantalla chica a personajes que el público quiere ver.
Todo comienza con una búsqueda en internet, como tantos reportajes periodísticos. Este nuevo hilo que teje una auténtica telaraña es el que la entrevistadora jala hasta dar con Amanda Thirsk (Keeley Hawes), quien fuera la secretaria privada de Andrés de Gales.
A partir de ahí, todo se reduce a las artimañas que la conductora utiliza para consolidar la nota, mientras que la gravedad de este caso se trivializa con un guion muy mal enfocado por el escritor Peter Moffat, que casi evadió por completo a Virginia Giuffre, la chica que demandó a su aristócrata agresor sexual, más bien expuesto por morbo que por justicia, en una entrevista que dio la vuelta al globo por el escándalo y no por un acto criminal cometido por una de las familias más poderosas de la historia. Ni modo, el periodismo, al igual que Netflix, se abarata cuando pierde la brújula. **
Punto final. – Y las películas que tratan el mal sobrenatural no dejan de llegar a la cartelera. Por qué será…