Sin estar inscrito como candidato ante el Instituto Nacional Electoral, el secretario de Organización del Partido Comunista de México, Marco Vinicio Dávila Juárez, fue postulado por tal organismo para enfrentar a las candidatas del oficialismo y la oposición, así como al contendiente de Movimiento Ciudadano, en la disputa por la Presidencia de la República el 2 de junio.
En opinión del candidato no registrado, quien desde el 16 de febrero se volcó a recorrer el país con la intención de posicionarse ante el electorado, ni la abanderada de Morena-PT-PVEM, Claudia Sheinbaum Pardo, como tampoco la de PAN-PRI-PRD, Xóchitl Gálvez Ruiz, ofrecen una propuesta en atención a las demandas de los trabajadores, sector al que pretende representar.
“Nosotros estamos en la posibilidad de participar, además de que hemos dicho que ninguna de las dos candidatas que están más visibles en la contienda electoral representa desde el punto de vista del PCM, el programa o los intereses de la clase trabajadora de este país”, manifestó Dávila en entrevista con ZOOM POLÍTICO.
A su vez, consideró necesario emerger como contendiente en representación del proletariado y justificar que su candidatura no esté inscrita: “En la boleta electoral aparece en el recuadro inferior derecho si alguien desea votar por un candidato no registrado, hay que ponerle el nombre, los votos que se ponen en ese recuadro son contabilizados para el proceso”.
A mediados de noviembre de 2023, Claudia Sheinbaum se comprometió, ante miembros de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, a “seguir defendiendo el salario” del sector laboral. Semanas después, Xóchitl Gálvez dijo apostar por el progreso de la clase media, a la que adjudicó una “actitud entrona y de trabajo”.
De la defensa del incremento salarial, enarbolada por la candidata del oficialismo, Marco Vinicio Dávila opinó: “No importa lo que se han aumentado los salarios hasta este momento por parte del Gobierno Federal ni que se contenga la paridad de la moneda, porque lo cierto es que las cosas siguen subiendo”. Aseguró que “en relación con la canasta básica no hay ningún impacto realmente sensible”.
Aprovechó para acusar que, en Tijuana, municipio en el que inició su recorrido nacional, “hay un tope salarial (en el ámbito de las maquiladoras) impuesto por la patronal, más allá de los aumentos del salario”, e hizo referencia a “un sector de la población que está creyendo en un sentido bienintencionado que Morena es de izquierda”, ni el oficialismo, como tampoco los partidos de oposición con registro nacional son de carácter izquierdista, consignó el entrevistado, quien encajonó ambas ofertas en la categoría de “política burguesa”.
Expuso que la clase política identificada con la Cuarta Transformación constituye “una burguesía” que sólo vino a desplazar los afanes burgueses que, a su modo de ver, caracterizan a los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional. Si bien los opositores “no pueden hablar de democracia”, cuando “han sido los principales antidemocráticos de este país”, el oficialismo tampoco fomenta un entorno democrático en razón de que “le ha negado reconocimiento de derechos a los trabajadores”.
Dávila Juárez recalcó que en ningún momento se decantará por alguno de los contendientes que el 1 de marzo incursionarán a la campaña: “Desde luego no estamos aquí haciendo una jugada de acumulación de fuerzas para después negociar”.
Durante la contienda, el PCM hará un llamado a aquellas expresiones de lucha “que hay dispersas por el país”.
Para concluir, informó que entrando 2025 la organización intentará obtener registro nacional (tras haberlo intentado en 2019), y que independientemente de los resultados electorales, el PCM emprenderá una jornada de lucha a partir del próximo 26 de septiembre hasta el 2 de octubre, fechas en que se conmemora –respectivamente- a los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y a las víctimas de la masacre de Tlatelolco.