De acuerdo a los primeros reportes, Aarón Alexis Ortiz Zazueta, de 28 años (Se presume inocente mientras no se declare su responsabilidad por la autoridad judicial. Art.13, CNPP), asesinado la tarde del 4 de marzo, era parte de la red de venta de drogas al menudeo en la Zona Norte de Tijuana, el mismo lugar donde vivía.
Conforme a reportes de las áreas de inteligencia municipal y estatal, “se encargaba de cobrar y mover dinero entre varios puntos de venta”, siendo detenido en más de 13 ocasiones, pero nunca procesado por este delito.
Alexis también era consumidor y, de acuerdo a información oficial, por esa razón llevaba un mes internado en el centro de rehabilitación identificado como Clínica Jireh, ubicada en Calle Octava esquina con Jesús Carranza en la colonia Libertad. Sus cuidadores no reportaron anomalías en su comportamiento.
La tarde del ataque, algunos internos estaban en la banqueta, los encargados del centro aún no son interrogados, por lo que se desconoce el motivo por el cual Ortiz estaba afuera de las instalaciones, o si salía diariamente en el mismo horario.
Lo que saben es que los reportes de la balacera en la parte baja de la colonia Libertad llegaron a partir de las 19:07 del lunes 3 de marzo, los policías fueron informados que los responsables llegaron, perpetraron la balacera y corrieron por la rampa rumbo al norte; al final huyeron en un vehículo Honda Civic color negro y un vistoso Mustang blanco; ninguno de los dos autos que huyeron con rumbo al aeropuerto, pudieron ser localizados.
Desde la Mesa de Seguridad, autoridades aseguraron que el objetivo del ataque fue Aarón Alexis, pero los matones dispararon muchas veces y en varias direcciones 20 casquillos calibre 9 milímetros, los cuales fueron asegurados en la macabra escena de sangre.
El resultado del análisis balístico indicó que las armas fueron usadas en otros cinco hechos delictivos, todos ocurridos en los primeros dos meses de 2024 en las colonias Mineral de Santa Fe, Río y La Gloria.
En el lugar, paramédicos debieron atender a Ortiz, quien murió rumbo al hospital y otras cuatro víctimas lesionadas: Lázaro, de 30 años, quien había salido a tirar la basura; Gilberto, de 26; José, de 29; y Daniel, quien estaba dentro del centro y se tiró al piso al escuchar las balas, resultando herido.